DESARROLLO HUMANO

Thinking on Development:
Enfoques teóricos y Paradigmas del Desarrollo
© FRANCISCO JOSE CALDERON VAZQUEZ, 2008
“...Apenas si existe investigación alguna
mas curiosa o por su importancia mas
merecedora de nuestra atención que aquella
que analiza las causas que impiden en la
practica el aumento de la riqueza en
diferentes países y lo detienen o hacen que
se desarrolle a un ritmo muy lento, en
tanto que la capacidad de producción
permanece comparativamente sin disminuir, o
pudiendo al menos suministrar los medios
para un incremento grande y abundante del
producto de la población”...
(R. Malthus)
I N D I C E
CAPITULO I EL DESARROLLO COMO PROBLEMA COMPLEJO
1.- Aproximación a la idea del desarrollo: cambios y procesos
2.- Base Endógena
3.- Componentes Transversales y Organizacionales del Desarrollo
4.- Referencia Histórica
5.- El desarrollo como horizonte de acción
6.- Problemática Epistemológica del Desarrollo
7.- Paradigmas, Teorías y Autores del Desarrollo en Perspectiva
Histórica.
CAPITULO II EL ENFOQUE DE LA MODERNIZACION
8.- El enfoque de la Modernización
8.1.- Contribuciones Económicas
8.2.- Contribuciones Sociológicas
CAPITULO III EL ENFOQUE DE LA DEPENDENCIA
9.1- La Teoría de la Dependencia
9.2- El Concepto de Periferia. El Modelo Centro-Periferia
CAPITULO IV EL ENFOQUE HUMANISTA
10.- La génesis de un nuevo paradigma
CAPITULO V ENFOQUES TERRITORIALES
11.1.- El Paradigma del Desarrollo Endógeno
11.2.- Las Raíces del Endodesarrollo
11.2.1. El Desarrollo Comunitario.
11.2.2.- El Desarrollo Endógeno Territorial
11.3.- Desarrollo Local y Perspectiva Norte/Sur: Posibles
implicaciones
CAPITULO VI ENFOQUES AMBIENTALISTAS
12.- De los límites del crecimiento al El Desarrollo Sostenible
CAPITULO VII PARADIGMAS LIBERALES Y GLOBALIZADORES DEL DESARROLLO
13.1- Deuda Externa y Ajuste Estructural
13.2.- El paradigma liberal globalizador. El mercado como eje del
desarrollo
CAPITULO VIII LA EVIDENCIA EMPIRICA DEL DESARROLLO ECONOMICO
INTERNACIONAL.
14.1.- El Desarrollo económico internacional, un problema de
Entornos.
14.2.- Una aplicación al caso: Taiwán y Corea del Sur
VII.1.4.1.- Elementos de Entorno Interior
VII.1.4.2.- Otras piezas básicas del Entorno Interior
VII.1.4.3.- Elementos de Entorno Exterior
ENLACES DE INTERES PARA LA CONSULTA
BIBLIOGRAFIA BASICA
CAPITULO I
EL DESARROLLO COMO PROBLEMA COMPLEJO
1.- Aproximación a la idea del desarrollo: cambios y procesos
Una perspectiva etimológica del termino “desarrollo” (Diccionario de la Real
Academia de la Lengua, DRAE, 2002) considera al “desarrollo” como “acción y
efecto de desarrollar o desarrollarse” y por “desarrollar” en su primera y principal
acepción “extender lo que está arrollado, deshacer un rollo”; una segunda acepción
lo define como “Acrecentar, dar incremento a una cosa del orden físico, intelectual o
moral”. Una ulterior acepción lo concibe como “Progresar, crecer económica, social,
cultural o políticamente las comunidades humanas”. (Hidalgo Tuñón, 2000)
En cualquiera de las formulaciones anteriores, parece apreciarse con cierta
nitidez que la esencia, el “alma” del desarrollo está en el desplegarse, se trata del
despliegue de lo que antes estaba plegado. La imagen del desarrollo podría
sintetizarse en la vela que se despliega henchida por el viento. En otros términos, el
desarrollo significa necesariamente mutación, modificación o cambio de un estado o
circunstancia precedente, modificación que necesariamente se produce en el tiempo
y que por tanto tiene un carácter sucesivo o procesual.
La idea del cambio y la variación, implican una referencia dual, tanto
cuantitativa como cualitativa, por cuanto que el aspecto cuantitativo afirma la
expansión, el aumento o el incremento de algo precedente, es decir se refiere al
crecimiento del mismo. Mientras que el aspecto cualitativo se orienta a subrayar una
diferencia en el carácter, en la calidad de ese estado precedente. Por tanto, en una
primera instancia el desarrollo se presenta como un proceso de cambio en cuya
matriz coexisten aspectos cuantitativos y cualitativos.
Si trasladamos la idea del cambio al plano humano y social, el cambio
implica o conlleva necesariamente el conflicto, por cuanto que cualquier sociedad o
comunidad que necesariamente debe adaptarse a tiempos y circunstancias
cambiantes renovándose, vive y afronta los procesos de cambio a través de
tensiones, enfrentamientos, desafíos y toda una amplia tipologia de antagonismos,
que pueden ser abordados desde una óptica cruenta de hostilidad, o bien desde una
perspectiva incruenta de cooperación y de resolución pacifica de conflictos.
A su vez, el conflicto es fuente y origen de cambios, puesto que del mismo se
derivaran toda una serie de resultas y efectos que, de una u otra manera,
provocaran el cambio del estado precedente al conflicto.
Si el desarrollo consiste en un proceso de cambio, no debería aparecer
definido como una suerte de estado de armonía o de equilibrio como si fuera una
especie de “Tierra Prometida”, una Arcadia feliz, sino que debería ser entendido
como tal dinámica, es decir como un proceso de cambios constantes, donde la
dimensiona cualitativa es cada vez mas predominante.
A medida que avanza y se consolida el proceso, los aspectos inmateriales e
intangibles son paulatinamente mas y mas importantes, con particular referencia al
capital social y a los componentes organizacionales del proceso, que son aquellos
que posibilitan que el desarrollo presente una textura de entramado, de tejido vivo,
de una red de nodos que interactúan y se interrelacionan, dicho actuar hace que la
malla de la red se densifique y se haga cada vez mas tupida. Esta configuración
facilita que la red se retroalimente y se mantenga en el tiempo, adaptándose en la
medida de sus posibilidades a las circunstancias cambiantes.
2.- Base Endógena
Considerar al desarrollo como tal proceso de cambios, o mejor dicho como
secuencia de procesos, presupone la idea de cambio constante y de necesidad de
adaptación social y humana al cambio.
Anteriormente se afirmaba el carácter procesual del desarrollo, es decir se
entendía al desarrollo como proceso de cambios, desempeñando la temporización o
el factor tiempo un rol muy importante. Pues bien, además de en el tiempo el
desarrollo se produce en el espacio, el desarrollo socioeconómico se refiere siempre
a unidades sociopolíticas de base territorial, es decir localidades, zonas, áreas
territoriales, departamentos, regiones, estados o países, estableciéndose
comparaciones entre las mismas.
La referencias territoriales y humanas son muy importantes, por cuanto que
la idea de proceso implica que la base social y humana del mismo debe ser
endógena. A partir de la existencia de dicha base, es posible y factible una
estimulación bidireccional del proceso de desarrollo, es decir desde el interior de la
unidad territorial al exterior y viceversa. El hecho territorial del desarrollo significa
que no podemos hacer abstracción de las características físicas, humanas,
geoeconomicas y político institucionales de la unidad territorial en cuestión, sino que
debemos partir siempre de las mismas, del stock de recursos humanos y físicos de
la zona en cuestión, de sus características culturales y sociales, teniendo muy en
cuenta su historia y sus potencialidades.
El zócalo endógeno del proceso de desarrollo, hace que este sea propio y
peculiar y por tanto no susceptible de imitación en su esencia, aunque si en sus
formas. La inexistencia de dicha base endógena hace inviable el desenvolvimiento
del proceso, puesto que éste pasa a depender de fuerzas exógenas no
comprometidas con la realidad nacional en cuestión.
Ello no es baladí, puesto que viene a significar que el desarrollo no es un
“know how”, aunque haya sido conceptuado y “vendido” como tal, ni una mercancía,
bien o servicio, por lo que no se puede comprar, vender, exportar o importar, como
en épocas pretéritas parecía suceder.
3. Componentes Transversales y Organizacionales del Desarrollo
El proceso de desarrollo implica para la sociedad que lo acomete una
secuencia de cambios y mutaciones que a partir de las puramente económicas se
van extendiendo progresivamente a los restantes ámbitos vitales, abarcando desde
lo político, hasta lo sociológico, pasando por lo institucional, lo cultural, la
demografía, el medio ambiente etc. De ahí, que pueda hablarse de proceso histórico
donde los aspectos políticos, institucionales, antropológicos y culturales, son tan o
más importantes que los puramente económicos (Galbraith, 1983)
Desde la dimensión económica S. Kuznets, conceptúa el desarrollo
económico como el proceso de transformaciones globales, producidas en todos los
ámbitos de un país, como resultado de la transformación productiva derivada del
cambio operado en la estructura económica por la introducción de nuevos modos de
producción, que alteran decisivamente la proporción y la importancia de los distintos
macrosectores de la economía de un país determinado, haciendo que unos asuman
protagonismo en detrimento de otros que pasan a una posición secundaria. En
definitiva el paso de la agricultura a la industria y de ésta a los servicios.
A su vez, Hollis Chenery, va a considerar al desarrollo como un proceso de
transición desde una sociedad eminentemente agraria y rural, de bajos niveles de
renta y productividad, hacia una sociedad urbana e industrial caracterizada por
niveles de signo contrario. El resultado de dicho transito será una estructura
económica donde el sector servicios será el mayoritario, y donde los niveles
educativos y organizativos sean tan importantes para el progreso económico como
la eficacia productiva del sistema económico.
El efecto combinado de toda esta serie de transformaciones va a producir un
resultado muy significativo, como es la progresiva estructuración o vertebración del
país, como una organización social, política y económica coherente.
4.- Referencia Histórica
La preocupación por el desarrollo, posiblemente tan antigua como el tiempo,
comienza a cristalizar en el mundo clásico, con griegos y romanos. Para griegos y
romanaos en la noción de desarrollo van a confluir dos ideas básicas: el Progressus
y la Explicatio, que en su conjunto configuraban la Accumulatio. Por Progressus se
entendía avanzar hacia delante, la visión longitudinal, el avance en relación al punto
de partida, lo que con el tiempo sería el progreso. Por Explicatio se entendía el
proceso de despliegue de lo que antes estaba plegado, el abrirse algo que estaba
previamente cerrado, la visión transversal y multidireccional, lo que con el tiempo
sería el desenvolvimiento, tal y como lo conocemos en la actualidad.
La noción de “accumulatio”, entendida como abundancia es fundamental en
el horizonte vital de la Grecia Clásica, ya que constituye la base de las
precondiciones para poder optar por una vida virtuosa, orientada a la filosofía y a las
ciencias naturales. Idea recurrente en Aristóteles, y por lo demás común en el
mundo griego ya que en su época de esplendor los siglos V y IV A.C., existía una
“clases ociosa” en gran número de ricas polis griegas o del mundo helénico, cuyas
preocupaciones inmediatas estaban lejos de las penurias económicas y centradas
en otro tipo de actividades.
La noción actual de desarrollo recoge en gran medida todas esas
contribuciones clásicas, que en el proceso de síntesis histórica se han amalgamado
identificándose finalmente con la idea, marcadamente occidental u eurocéntrica de
progreso, idea cuya esencia podemos resumir en el siguiente texto:
“La humanidad ha continuado a avanzar lenta y gradual e ininterrumpidamente desde sus
orígenes marcados por la incultura, la ignorancia y la inseguridad hacia niveles de civilización
siempre más elevados”.
Es decir, la humanidad avanza desde el pasado, desde una situación de
primitivismo continua avanzando en el presente y continuará a hacerlo en el futuro
La idea de progreso implica una concepción unilateral y unidireccional del
tiempo. La idea del progreso alcanza su cenit en el periodo 1750 a 1900, ya en la
cultura popular, ya en los círculos intelectuales. En este periodo, el progreso va a
pasar de ser una de las ideas estructurales de la civilización occidental a
transformarse en la idea dominante incorporando ideas como la Igualdad, Justicia
Social, Soberanía Popular que han sido referentes culturales hasta nuestros días
Durante el siglo XIX se produce la vinculación del Progreso a ideologías políticas, a
modelos de gobierno y poder, esquemas de política concreta, surgiendo el progreso
progresista.
Durante el Siglo XX madura y se abre paso la idea en el mundo occidental de
que el progreso y la evolución social podrían conseguirse mediante el esfuerzo
voluntario, intencional y planificado, de las sociedades y comunidades, teniendo
como instrumentos a las políticas socioeconómicas. Pero las contradicciones
existenciales derivadas de los resultados desiguales de las “aplicaciones” de la idea
del “progreso” (contaminación, pobreza, desigualdad, subdesarrollo) han restado
mucho a su anterior fulgor, provocando una cierta decadencia del concepto de la
idea de progreso y de su correlato básico, el desarrollo.
5.- El desarrollo como horizonte de acción
La preocupación por el Desarrollo, como ítem fundamental en la agenda
política internacional surge en la postguerra de la Segunda Guerra Mundial, cuando
las dramáticas circunstancias internacionales generan un consenso en torno a las
ideas de recuperación económica del occidente europeo, muy dañado, según los
casos, por la contienda. Asimismo, surge la necesidad de abordar la problemática
socioeconómica del mundo surgido de la descolonización, tras la liquidación de los
grandes imperios ultramarinos francés, ingles, belga y holandés.
El “desarrollo” como horizonte de acción, posiblemente tenga su bautismo de
fuego en el “Discurso sobre el Estado de la Nación” (1949) del presidente
norteamericano Truman, en cuyo punto cuarto se plantea la necesidad de afrontar la
problemática del subdesarrollo de los países pobres:
“Hay que lanzar un programa audaz para mantener el crecimiento de las regiones
subdesarrolladas [...] Más de la mitad de la población mundial vive en condiciones
cercanas a la miseria [...] Su alimentación es insuficiente, son víctimas de
enfermedades [...] Su vida económica es primitiva y estancada, su pobreza constituye
una desventaja y una amenaza, tanto para ellos como para las regiones más
prósperas [...] Los Estados Unidos deben poner a disposición de los pueblos pacíficos
las ventajas de su reserva de conocimientos técnicos a fin de ayudarlos a realizar la
vida mejor a la que ellos aspiran [...] Con la colaboración de los círculos de negocios,
del capital privado, de la agricultura y del mundo del trabajo en Estados Unidos, este
programa podrá acrecentar en gran medida la actividad industrial de las demás
naciones y elevar substancialmente su nivel de vida [...] Una mayor producción es la
clave de la prosperidad y de la paz, y la clave de una mayor producción es la
aplicación más amplia y más vigorosa del saber científico y técnico moderno [...]
Esperamos contribuir así a crear las condiciones que finalmente conducirán a toda la
humanidad a la libertad y a la felicidad personal” (Rist, 1996) 1
Aunque bien sea cierto que tal idea, un tanto paternalista, de ayudar y, en
cierta manera, tutelar a los “pobres” ya tenía antecedentes en la propia Casa Blanca.
Así en 1918, el entonces presidente estadounidense, Woodrow Wilson, en su
discurso “de catorce puntos para la paz”, planteaba lo siguiente:
Dada la existencia de "pueblos incapaces aún de administrarse ellos mismos en las
condiciones especialmente difíciles del mundo moderno", "el bienestar y el desarrollo
de estos pueblos forman una misión sagrada de civilización", y por tanto "el mejor
método para realizar este principio es el de confiar la tutela de estos pueblos a las
naciones desarrolladas" (Mattelart, 1993: 175).
Parecen claros, al menos con la perspectiva que proporciona el tiempo
pasado, que la “tutela de los pobres” planteada por Wilson, implicaba un concepto
eurocéntrico de desarrollo, entendido como una suerte de proceso “civilizador”,
directamente vinculado a lo social y cultural, y, en este sentido, una forma de
occidentalizar a tales pueblos.
1
Rist, G. (1996): Le développement. Histoire d’une croyance
occidentale, Presses Universitaires de Sciences Po, París, pp. 116-
121.
6.- Problemática Epistemológica del Desarrollo
Desde una perspectiva científica, el principal problema del desarrollo va a ser
precisamente la inexistencia de un corpus teórico unificado. Es decir, no existe una
teoría del desarrollo propiamente dicha, sino un conjunto fragmentado de enfoques
parciales, de origen multidisciplicinar, donde los aspectos predominantes parecen
ser una acentuada tendencia al pragmatismo y al empirismo. Tan significativas
carencias epistemológicas, han debilitado y debilitan al desarrollo como tal concepto
“científico”.
Esta es la causa explicativa de las dudas y sombras que desde determinados
ángulos de la comunidad científica se proyectan sobre el desarrollo como tal
disciplina o área de conocimiento. De ahí, esa consideración académica “menor” de
los estudios de desarrollo, como “práctica” sin método científico y como materia de
“practitioners”, es decir, de meros técnicos.
De aquí, la necesidad de rescatar al desarrollo de las sombras, y la
necesidad, para algunos acuciante, de crear un enfoque teórico integrado y
multidisciplinar que pueda articular sin menoscabo las diferentes dimensiones y
niveles que confluyen en el complejo territorio del desarrollo.
Desde esta perspectiva, dado que el desarrollo no es ciencia pura, tal y como
la denominaban los griegos Episteme ¿podría configurarse como ciencia aplicada?
O cuando menos ¿como técnica o tecnología? En principio, la Técnica o techné
sería el conjunto de conocimientos y habilidades eficaces que el hombre ha
desarrollado y desarrolla para mejorar su forma de vivir. La Técnica esta sustentada
en la observación, acumulación de conocimientos y en la transmisión empírica.
Antropológicamente es la característica que distingue a los humanos.
Si a la techné le añadimos el logos, el resultado sería la tecnología, es decir,
el conjunto de conocimientos y habilidades eficaces para hacer una determinada
cosa o conseguir un determinado resultado, así como las razones o causas que
explican por que dicho modo o manera de hacer las cosas es mas eficaz que otros,
de cara a lograr dicho resultado. La tecnología permite abordar nuevos desarrollos
sin necesidad de experiencia previa, con lo cual nos liberamos del lastre empírico
En este sentido, el desarrollo como tecnología podría servir para explicar los
procesos a partir de los cuales se pueden conseguir por las unidades político-
territoriales determinados resultados en términos de crecimiento, bienestar y mejora,
en relación con una situación de partida caracterizada por sus connotaciones
negativas. Es decir, la Teoría del desarrollo debería explicar y justificar la practica
observada mediante la explicación conceptual.
Ello plantea un segundo problema, la perspectiva de abordaje, es decir con
que óptica observamos, interpretamos y explicamos el desarrollo. Posiblemente, una
de las carencias mas notables en términos disciplinares de los estudios de
desarrollo, haya sido la obsesión por explicar el desarrollo únicamente desde su
dimensión económica, aún cuando los aspectos sociológicos, culturales,
antropológicos y políticos condicionen de manera extrema el proceso de desarrollo.
Por otra parte, los modelos económicos al uso presuponen la existencia de
un marco político y económico homogéneo y estable, inspirado normalmente en la
experiencia de los países occidentales, contexto occidental que evidentemente no
se reproduce en los países del Tercer Mundo, ese intento de trasladar modelos
occidentales a contextos no occidentales se ha traducido, en la mayoría de las
ocasiones en notorios fracasos, y en una grave discordancia o falta de coherencia
entre las exigencias y de la realidad y las recomendaciones ofrecidas. De ahí, la
importancia de que la lente de análisis incorpore, además de grandes angulares,
elementos sociológicos, políticos y culturales.
Dadas las carencias científicas presentes en los paradigmas y enfoques
teóricos existentes, los modelos de desarrollo recomendados por los mismos no son
prototípicos, es decir no constituyen representaciones a escala de la realidad, ni
tampoco son modelos estadísticos o matemáticos. Por ello, su carácter es más bien
de recomendaciones u orientaciones económico- políticas y político-económicas en
el sentido de seguir un iter o un curso de acción determinado con preferencia a
otros.
7.- Paradigmas, Teorías del Desarrollo y Autores más significativos
En este panorama de carencias científicas y, hasta cierto punto, de
precariedad en el análisis, los materiales existentes aunque resulten “frágiles” desde
la perspectiva científica, adquieren una tremenda relevancia, puesto que, en
palabras pobres, es lo que hay, resumen el estado del arte. En el presente trabajo,
analizaremos los paradigmas de desarrollo y conjuntos teóricos conexos más
importantes de los últimos 60 años. Por ello, nuestra escala temporal abordara el
periodo 1945-2005, desglosándose en 6 grandes capítulos.
CUADRO I Principales paradigmas y enfoques teóricos sobre Desarrollo económico
Fuente: Elaboración propia
Se entiende por Paradigma el conjunto de normas y directrices que nos
permite proceder a una simplificación de la realidad, de manera que podamos
proceder a una toma de decisiones correcta (Fayós Sola, 1996). La concepción del
paradigma como un marco para la resolución de problemas o para la explicación de
situaciones inexplicables o irresolubles en un paradigma anterior, deriva de las
contribuciones de Thomas Kuhn (1978) a la filosofía de la ciencia.
Para este autor la ciencia no se estructura en base a la acumulación de
verdades irrefutables, denominadas hipótesis resistentes en su terminología, sino
ENFOQUES ELEMENTOS DEFINITORIOS
MODERNIZACIÓN
(1945-1975)
Desarrollo y crecimiento se consideran idénticos;
Ciencia y Tecnología aparecen como determinantes en la evolución social;
Se entiende que todas las sociedades convergen hacia la modernidad.
DEPENDENCIA
(1965-1985)
Énfasis en la explotación de los países del tercer mundo por el mundo
desarrollado;
Subdesarrollo como otra cara de la moneda del desarrollo
Promueve la “desconexión” Se debe tratar de superar esa vinculación con el
sistema mundial.
NECESIDADES BÁSICAS
(1975-1990)
Reacción al predominio de los valores económicos;
Prioridad en las necesidades básicas de la vida (salud, alimentación, vivienda y
educación).
ENFOQUES LIBERALES
1977-1990
Vuelta a las consideraciones económicas;
Reestructuración de las economías con medidas liberales;
Aparición de los NICS (países de reciente industrialización);
Disminución de la intervención gubernamental en la gestión económica,
Promoción del Mercado como vía de solución.
ENFOQUES
GLOBALIZADORES
(1990-2005)
Internacionalización de la producción;
Nueva división internacional del trabajo;
Expansión del sistema financiero internacional;
Influencia de las empresas transnacionales en el capitalismo postindustrial.
DESARROLLO SOSTENIBLE
Y/O DESARROLLO
SUSTENTABLE
(1980-2006)
Reinterpretación de las relaciones sociedad (cultura)-naturaleza.
DESARROLLO LOCAL Y
TERRITORIAL (1975-2006
Territorio, recursos, personas, capital humano, capital social e instituciones
orientados a la generación de actividades económicas y generación de valor en
el territorio.
DESARROLLO HUMANO
(1990-2006)
Reconocimiento de múltiples dimensiones subjetivas e intersubjetivas de la
condición humana y su importancia para una reinterpretación del desarrollo
que la ciencia avanza a través de paradigmas sucesivos, es decir que tras subir la
montaña encontramos una nueva montaña y así sucesivamente.
Los paradigmas sucesivos permiten solucionar problemas y cuestiones que
anteriormente permanecían sin respuesta, expandiendo las fronteras del
conocimiento anteriores a su fijación. Posibilitando alcanzar fronteras o puntos, que
antes no cabria, ni tan siquiera, el hecho de plantearlos, profundizando y depurando
cada vez mas. Un elemento fundamental es que las lindes del paradigma sean
mutables, por tanto cuando llega el momento que el paradigma vigente en ese
momento no da respuesta, porque sus reglas de juego no sirven para resolver o
explicar nuevos problemas; a partir de aquí es necesaria o bien la introducción de un
nuevo paradigma o bien la reconversión del existente a través de un proceso de
mejora continua, expandiendo las fronteras del conocimiento.
En el presente trabajo realizaremos una exposición, ciertamente un tanto
apresurada, de los paradigmas y conjuntos teóricos conexos o vinculados a los
mismos que hemos considerado en la tabla. Nuestra relación no es ni exclusiva ni
excluyente, simplemente se trata de los más importantes o de los que mayor repercusión
han tenido a lo largo de estas seis décadas de estudios y preocupación por el desarrollo.
CUADRO II: Principales Autores y Corrientes del Desarrollo Económico
Fuente: Elaboración propia, a partir de Hidalgo Tuñón (2000),
ECONOMÍA ORTODOXA ECONOMÍA HETERODOXA
ETAPA CORRIENTE AUTORES CORRIENTE AUTORES
1945-1957 Modernización Lewis, Harrod, Rostow,
Singer, Hirschman
Modernización Prebisch, Myrdal,
Perroux
1957-1969 Neoclásicos Bauer, Jonson Dependencia Baran, Gunder Frank, S.
Amin, Cardoso, Furtado,
Dos Santos
1969-1978 Necesidades Básicas Streeten, Seers, Fishlow,
Chenery, Shumacher
Nueva División
Internacional Trabajo
Wallarstein, Arrighi,
Warren, Laclau,
1978-1991 Contrarrevolución
Neoclásica
Balassa, Bhagwati,
Krueger, Lal, Little
Economía radical Lipiettz, Leys, Bambirra,
Chilcote
1991-2005 Enfoques a favor Mercado.
Enfasis Globalista
Summers, Page, Stiglitz Neo-estructuralismo Sunkel, Amsden, Evans
CAPITULO II EL ENFOQUE DE LA MODERNIZACION
8.- El enfoque de la Modernización
8.1.- Contribuciones Económicas
El Mensaje del presidente Truman contenía los elementos básicos de lo que
posteriormente se consideraría la primera gran teoría del desarrollo “moderno”, la
denominada Teoría de la Modernización. Según Truman, el crecimiento económico,
entendido como simbiosis de la producción industrial y de la innovación técnico-
científica es el eje central del proceso de desarrollo, que en las coordenadas de
tales teorías es sinónimo de crecimiento económico.
El enfoque de la modernización va a constituir un item fundamental en el
proceso de configuración conceptual del desarrollo. Con origen en los campus
norteamericanos, el enfoque va a recibir aportes desde diversos campos científicos,
destacando por su peso específico las contribuciones desde la perspectiva
económica y desde la perspectiva sociológica.
El problema del desarrollo se considera en esencia un problema de
crecimiento económico, entendido como un problema de restricción o limitación de la
economía de mercado. Se trata, por tanto, de promover la expansión de la economía
de mercado, medida a través del crecimiento del producto interior bruto (PIB). En
términos simples, se trata de producir más bienes y servicios dentro de una unidad
territorial determinada, y de que los bienes y servicios que se produzcan sean de
mayor valor agregado que los que se producían. Para eso es vital pasar de las
producciones agropecuarias, caracterizadas como primarias a la producción
industrial, entendida como vector y esencia del proceso de desarrollo de ahí el
énfasis industrializador. Porque se entiende que la diferencia entre el desarrollo y el
subdesarrollo es la industria.
Junto con la industrialización, se entiende como elemento fundamental del
proceso modernizador, la mecanización y tecnificación agrarias y el incremento de la
productividad general de las actividades económicas. La interacción entre tales
elementos provocaría una oleada de crecimiento económico, cuyos beneficios,
distribuidos entre la población por el mercado como mecanismo de asignación,
mejorarían significativamente los niveles de vida y producción del país en cuestión.
Dentro del recetario modernizador, las recomendaciones más frecuentes
hacen referencia a la actualización tecnológica, al fomento de la agricultura
comercial y a la promoción de la urbanización como complemento de la
industrialización.
En la génesis de las contribuciones económicas al enfoque modernizador,
podemos encontrar diferentes posicionamientos y corrientes de pensamiento que
van desde los modelos de Economía Dual en sus diferentes plasmaciones: Lewis
(1958), Fei (1964) y Ranis (1971) hasta las diversas corrientes que confluían en la
denominada Economía del Desarrollo (en sus distintas versiones postkeynesianas,
estructuralistas o planificadoras) centradas en la acumulación de capital como motor
del crecimiento económico (Nurkse (1953), Myrdal, Baran, 1957, Rosenstein Rodan
(1961) y en la necesidad del encendido de dicho motor y de cómo hacerlo (tesis del
crecimiento equilibrado, del crecimiento desequilibrado, del big push, etc.) o, en
otras palabras, de como conseguir una aceleración en los ritmos de acumulación del
capital de manera que en pocas décadas se pudiesen alcanzar buenos niveles de
capitalización básica y de desarrollo socioeconómico.
Si bien, aún con toda esa pléyade de autores, el principal exponente en el
campo económico de las teorías modernizadoras será W. W. Rostow, autor que
concibió el corpus esencial de la modernización en su obra The stages of the
economic growth (1961)
2
planteada como una suerte de alternativa a la
interpretación marxista-materialista de la historia.
Rostov, propone cinco etapas de obligado tránsito en el proceso de
desarrollo económico de los países, etapas que marcan la evolución desde la
sociedad tradicional agrícola hacia la sociedad de consumo de masas, que se
explicitan en el Cuadro III:
2
The stages of the economic growth, a non communist manifest
CUADRO III: Las etapas del Desarrollo Económico según Rostow
ETAPAS DESCRIPCION
SOCIEDAD TRADICIONAL Se trata de sociedades arcaicas en lo tecnológico, en lo económico en lo
social y en lo cultural, de escasa o limitada productividad y, en lógica, de
escasa o restringida producción per capita.
La estructura económica esta basada en las producciones agrarias y en la
tenencia de tierras, dedicando gran parte de sus recursos a la agricultura.
Las creencias y valores dominantes son, a su vez, arcaicos, siendo las
perspectivas y posibilidades de las generaciones venideras iguales a las
de las precedentes.
CONDICIONES PREVIAS AL TAKE OFF Condición, sine qua non, para el impulso inicial del proceso de crecimiento
es la creación del Estado, como instancia administrativa y organizacional,
centralizadora de todo lo referente a organización y ejecución.
Se difunden en el tejido social las ideas y valores del crecimiento y del
progreso como metas a perseguir y alcanzar. Surgen el espíritu de
empresa y los “capitanes intrépidos”, un nuevo tipo de hombre, dispuesto a
asumir el riesgo de la empresa y de lo incierto, en la búsqueda del
beneficio, en la movilización del capital.
Se produce la transformación agraria, la agricultura mejora sus niveles
organizativos y productivos, incrementando su productividad.
Suministrando mayores volúmenes de producción a los mercados
alimentarios. Incrementándose la demanda sectorial de bienes industriales.
El sector agrario canaliza sus rentas y utilidades mayoritariamente hacia el
ahorro, convirtiéndose en reserva financiera de préstamos para el gobierno
y el sector moderno de la economía.
TAKE OFF (DESPEGUE) Se produce la expansión de nuevas e innovadoras industrias.
La nueva clase empresarial se expande hacia todos los ángulos y todos los
sectores de la economía.
El sector privado se convierte en el más poderoso de la economía,
expandiéndose longitudinal y verticalmente.
Se superan las trabas ancestrales al crecimiento permanente.
EL CAMINO HACIA LA MADUREZ La economía tiende a diversificarse en nuevos segmentos productivos,
dado que la innovación tecnológica proporciona una amplía gama de
oportunidades de inversión. A su vez, la economía tiende a producir un
amplio abanico de bienes y servicios, siendo menos dependiente de las
importaciones.
LA SOCIEDAD DE CONSUMO DE MASAS Los principales sectores económicos se orientan hacia la producción de
bienes y servicios para el consumo de la población, desde
electrodomésticos hasta automoción, pasando por mobiliario, seguros,
servicios financieros, vivienda, salud, etc., etc.
El estado deviene en instancia de Welfare, o Estado de Bienestar,
asignándose presupuestariamente grandes volúmenes de recursos al
bienestar de la población y a la reducción de la desigualdad, la lucha
contra la pobreza y la marginación.
Fuente: Elaboración propia, a partir de datos provenientes de Rostow
Rostow (1963)
3
, recomendaba para la modernización de los países
atrasados un crecimiento fundamental del sector industrial, así como una mejor
redistribución del ingreso en la población, de manera que esta “tocase” los frutos del
crecimiento. Asimismo, planteaba la creación de una nueva elite dominante en los
países en vías de desarrollo, que sustituyese a las arcaicas clases feudales. En el
planteamiento rostoviano, las vías al desarrollo solo son dos (de ahí que después se
hablase de la tercera vía) planteadas en términos excluyentes: o la estrategia
comunista, o la estrategia capitalista, formulando la elección en términos maniqueos
de democracia o dictadura.
Un problema fundamental que encontramos en la difusión y aplicación de las
teorías del desarrollo, y que se inició precisamente con la modernización, es la
tendencia a la configuración de las meras recomendaciones de política
socioeconómica (meros instrumentos o medios para alcanzar determinados fines) en
una suerte de doctrina o credo, de obligatoria comunión que llegaría a los extremos
de defensa de la fe verdadera en algunos casos.
Rostow y su teoría de las fases del desarrollo tuvieron una enorme incidencia
en los campos del diseño y formulación de políticas socioeconómicas en el mundo
en desarrollo en general, en el periodo 1950-1965, fundamentalmente, porque sus
tesis fueron asumidas por instituciones como ONU, Banco Mundial, y sus diversas
agencias integrantes como tales recomendaciones de política para los gobiernos de
los países en desarrollo. La influencia del enfoque de la modernización es más que
evidente en instrumentos muy significativos en el campo del desarrollo económico
como los Planes Marshall y McArthur o la denominada “Alianza para el Progreso”
propuesta por Kennedy para Latinoamérica.
8.2.- Contribuciones Sociológicas
Las contribuciones que desde el campo sociológico se han realizado al
enfoque de la Modernización provienen normalmente desde posicionamientos neo
evolucionistas. Desde dicha perspectiva se considera que las sociedades humanas,
invariablemente, evolucionan hacia la complejidad desde las formas más simples, en
un lento proceso de “diferenciación” (Spencer). Durante el proceso de diversificación
3
Rostow, W. W. (1963): Las etapas del crecimiento. Económico. Ed.
Fondo de Cultura Económica. México.
las instituciones que nuclean la sociedad devienen más y mas complejas ampliando
sus funciones y campos de actividad.
Desde las posiciones neoevolucionistas resulta hasta cierto punto “natural”,
que por razones históricas unas sociedades sean mas avanzadas, en términos de
complejidad, que otras. Para que las menos avanzadas en las dimensiones sociales
económicas y culturales puedan alcanzar a las de mayor nivel, tienen que transitar
de forma acelerada por el camino que recorrieron en su día, las sociedades
actualmente desarrolladas. La transición debería ser consciente y planificada de
manera que se acorten sustancialmente los tiempos de transito.
Aunque en las raíces de las contribuciones sociológicas a la modernización
destaque la figura de Durkheim, como origen ultimo de las propuestas
evolucionistas, el verdadero artífice de la construcción es el sociólogo
norteamericano Talcott Parsons, figura señera de la corriente funcionalista
estructural, que en sus ensayos “Development like action”, “la estructura de la acción
social” (1937), “El sistema social (1951) y sobre todo en “Estructura y proceso en las
sociedades modernas” (1966), define las condiciones necesarias para alcanzar los
niveles de las sociedades industrializadas. Entre estas, destaca el rol centralizador y
promotor del gobierno y el rol de la libre empresa como factores sine qua non en el
proceso de desarrollo. Asimismo, resalta el rol de la familia, entendida como
empresa familiar
4
como agente de cambio y transformación social.
Para Parson, el hecho industrial y la existencia de una economía industrial
localizada en determinadas partes del globo supone un indicador de cómo hay que
hacer las cosas, un modelo a seguir por otros.
Parsons, entiende que un factor muy importante de cara a la aceleración del
proceso de desarrollo va ser la aparición de una nueva elite, lejana de los grupos de
poder tradicionales, junto a la aparición de nuevas instituciones. Dado que los
obstáculos fundamentales a la implementación o aceleración del proceso pueden
provenir del campo de los intangibles, es decir de los valores y creencias atávicos de
que después se transforman en normas institucionales de comportamiento, las
políticas modernizadoras tienen que privilegiar la alfabetización y las dinámicas que
apoyen cambios en la mentalidad colectiva.
4
“El papel histórico de la empresa familiar ha sido establecer la
independencia de la organización económica de la política, aportando
una diferenciación estructural entre estos dos importantes aspectos
funcionales de la sociedad” (Parsons)
Otra contribución de relieve es la realizada por Hoselitz (1960)
5
, para quien
no puede omitirse que las naciones avanzadas de hoy, tuvieron que transitar
también por fases iniciales de subdesarrollo, entendiendo a éste como una suerte de
infancia del desarrollo. Para Hoselitz el hecho de que los valores de las sociedades
modernas no estén presentes en las sociedades atrasadas supone un obstáculo
fenomenal en el proceso.
La contribución de Smelser (1963) también resulta muy significativa, por
cuanto que supone un modelo definido en sus puntos fundamentales del transito
desde una sociedad tradicional no desarrollada, caracterizada por sus bajos niveles
de diferenciación a otra desarrolla y moderna, tipificada por una estructura altamente
diferenciada. Por ello, el foco de interés recae en los procesos de diferenciación.
Entendiendo por diferenciación, el proceso a través del que las unidades sociales
(familia, sistema político. sistema institucional) se van, progresivamente,
especializando y autonomizando.
Smelser (1971)
6
, define el proceso de cambios, corazón del desarrollo
económico en una serie de esferas, descritas en el cuadro nº 2, procesos que
usualmente aparecen interrelacionados y paralelos en el tiempo, aunque no
necesariamente.
CUADRO IV
ESFERAS DE
CAMBIO
ARCO DE LA TRANSICION
Tecnología Desde las técnicas tradicionales simples hasta el conocimiento científico
aplicado
Agricultura Desde la agricultura e subsistencia hasta la agricultura comercial
(especialización en cosechas para venta)
Industria Desde el uso de la fuerza bruta hasta la industrialización
Asentamientos
Humanos
Desde el ámbito rural al urbano
Fuente: elaboración propia
Los procesos de cambio terminan afectando a la estructura social,
intensificando los procesos de diferenciación estructural, al desarticularse
5
Hoselitz, B.F, (1960): Sociological Factors In Economic
Development. Free Press, Chicago.
6
Smelser, N.J (1971): Toward a Theory of modernization. Capitulo del
libro G Dalton (Ed.)
Economic development and social change,
progresivamente las instituciones culturales de la sociedad. Igualmente se produce
lo que Smelser denominaba la integración en una nueva sociedad, proceso
acompañado de disturbios sociales que reflejan las fracturas existentes en los
procesos de diferenciación e integración.
CAPITULO III EL ENFOQUE DE LA DEPENDENCIA
9.1.- La Teoría de la Dependencia
Dentro del conglomerado de corrientes de pensamiento que confluyen en la
matriz dependentista, posiblemente sean los aportes realizados por P. Baran (1957)
y por la Escuela Estructuralista Latinoamericana, ya en su vertiente CEPAL, ya en
las mas radicales, las mas significativas.
Baran (1957)
7
realiza una reinterpretación del pensamiento marxista en su
orientación imperialista (Lenin, Luxemburgo) en donde se plantea el subdesarrollo
del Tercer Mundo como la otra cara del desarrollo, o, por así decirlo, la
consecuencia del desarrollo de los países industrializados. Relacionando desarrollo
con subdesarrollo en términos de explotación del centro por la periferia, es decir en
términos de explotación colonialista e imperialista.
Para el estructuralismo cepaliano, el problema del subdesarrollo es resultado
de la de la injusta división internacional del trabajo derivada del proceso histórico
centro-periferia, en base al cual, la economía industrial tiende a concentrarse en
algunos países, permaneciendo ausente o en grado mínimo en otros, cuya
especialización económica es la de meros proveedores de materias primas que
serán procesadas o consumidas por el centro.
La articulación centro periferia se realiza a través del comercio internacional,
en unos términos de intercambio peyorativos para el Sur, al estar sometidos los
precios de las materias primas a una fuerte presión a la baja y al sufrir las
oscilaciones cíclicas inherentes a las producciones primarias (Hipótesis Prebisch-
Singer). Tales condiciones se traducen en un deterioro constante de los términos de
intercambio y, como consecuencia, el empobrecimiento progresivo de la periferia a
favor de un enriquecimiento simultaneo del centro, que se apropia del excedente
generado por la periferia (Enmanuel, 1969)
8
.
De ahí, la idea de la “desconexión” del centro, por parte de la periferia,
rompiendo los yugos y las relaciones neofeudales que la vinculan al centro. Por ello,
propugnan el crecimiento hacia adentro como estrategia endógena de desarrollo y la
industrialización sustitutiva de importaciones como instrumentos de acción de cara a
7
Baran, P. (1957): The Political Economy of Growth,.
8
Enmanuel, A. (1969): L’échange inégal: Essais sur les antagonismes
dans les rapports économiques internationaux. Ed. François
Maspero.Paris:
la sustitución de las producciones y exportaciones primarias por las producciones
industriales.
Características que tipifican al análisis dependentista son, además de su
origen en la periferia, el énfasis dado al carácter social y político del subdesarrollo
9
,
subrayando el rol de las relaciones interclases sociales (Cardoso, 1967)
10
y la
incorporación al análisis de la dimensión histórica del proceso de desarrollo. En este
sentido, para los dependentistas el subdesarrollo no es una etapa o una fase del
proceso de desarrollo, sino, por así decirlo la cara b del proceso histórico de la
expansión mundial del capitalismo.
9.2.- El Concepto de Periferia. El Modelo Centro-Periferia
Piedra angular de las construcciones teóricas de dependentistas es el
concepto Periferia. Siguiendo a Wallerstein (1993) supone la introducción del
territorio o del elemento espacial en la consideración de la problemática del
desarrollo económico. En este sentido, el modelo centro-periferia ha sido utilizado
para explicar y describir las relaciones económicas entre diferentes planos
espaciales, ya sean regiones de una misma nación, áreas urbanas y rurales, o áreas
continentales y costeras, entre diferentes países (nivel bilateral) o grupos de países
(a nivel internacional o multilateral) o entre áreas regionales continentales etc.
En la doctrina económica la utilización de dicho modelo ha resultado profusa,
tanto por distintas tendencias doctrinales como en diferentes áreas geográficas. Así
autores como Meier y Baldwin, emplean el modelo centro-periferia para explicar el
proceso de desarrollo económico en el siglo XIX. Asimismo instituciones como la
Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas, utilizaron dicho modelo
en trabajos elaborados a mediados de la década de los cincuenta, para destacar
que la proximidad relativa a Inglaterra y a la región del Rhur, era un factor
determinante del desarrollo industrial en Europa, que aumentaba el atractivo para la
localización industrial de las regiones próximas al centro, reduciendo el de las de la
periferia (Muñoz Cidad C.1992). Igualmente en el caso de Estados Unidos, se ha
estudiado el proceso de polarización industrial en la zona del Atlántico Medio y
posteriormente, en la región de los Grandes Lagos. Tal crecimiento produjo efectos
9
“El desarrollo es un tema sociológico porque lo que está en
desarrollo es una realidad humana, un conjunto de relaciones
sociales, una estructura social y un estilo de vida” (Sunkel, 1965).
10
“Desarrollo es resultado de la interacción de grupos y clases
sociales que tienen un modo de relación que les es propio y por lo
tanto intereses y valores distintos, cuya oposición, conciliación o
superación da vida al sistema socio-económico”.
acumulativos, atrayendo recursos y factores de otras regiones en función de la
propia demanda y de las disponibilidades del centro.
El modelo centro-periferia también se ha empleado con asiduidad para el
estudio de las relaciones entre los núcleos urbanos y metropolitanos con su
hinterland. En la ciudad y sus proximidades se logra el más alto grado de eficacia de
la organización económica, especialmente en lo que se refiere a los mercados de
bienes y factores. En estas concepciones el desarrollo se produce dentro de una
matriz urbano-industrial (Muñoz Cidad C.1992).
Probablemente sea F. Perroux, el autor que con mayor notoriedad ha
descrito el proceso de desarrollo económico, como un proceso que se focaliza o
polariza en determinados puntos o nodos espaciales, “polos de crecimiento” donde
se concentran y se aglomeran sus efectos, en contraposición a las áreas periféricas,
pasivas en este proceso y quienes posteriormente reciben los impulsos o señales
del centro, y en este sentido aparecen supeditados o dependientes del leader que
marca el camino a seguir.
Entre los argumentos más frecuentes sobre la aparición de una estructura
centro-periferia pueden citarse los siguientes (Muñoz Cidad C.1992):
• Concentración en el centro de las innovaciones. El centro es el núcleo
receptor de la revolución tecnológica permanente.
• Coincidencia del centro con el gran mercado de demanda.
• Localización de los servicios de apoyo a la industria en el centro.
• Dificultades para percibir las oportunidades de inversión en la periferia
que, además, es un mercado más estrecho.
• Insuficiencia de inversiones auxiliares e infraestructurales en la periferia.
• Carácter menos dinámico en la población (por la menor movilidad,
hábitos, presión social etc.)
• Ello hace que los efectos difusores del desarrollo no aparezcan en la
periferia o lo hagan sólo en etapas muy avanzadas o por coincidencias
históricas muy favorables, por lo que la estructura polarizada se mantiene
indeleble al paso del tiempo.
• Para contrarrestar esta tendencia a la polarización del crecimiento en
determinados puntos, autores como G. Myrdal, promueven las políticas
distributivas compensatorias territoriales. Mientras que A. Hirschman,
partiendo de la idea del crecimiento desequilibrado propone la
concentración de inversiones en puntos de rápida expansión urbano-
industrial. Aunque Hirschman sostenía que la inversión en
infraestructuras es imprescindible para el desarrollo de regiones
atrasadas, éste en todo caso sería un mecanismo inductor pasivo, lo
decisivo es la creación de actividades industriales, agrícolas y de
servicios que generen continuamente mecanismos inductores o enlaces.
(Hansen N. 1993)
Posteriores desarrollos del modelo centro-periferia, serán los realizados por
la escuela estructuralista latinoamericana y las corrientes dependentistas, para
explicar la situación de subdesarrollo de América Latina y del Tercer mundo en
general, a partir de la hipótesis Prebish-Singer, de los trabajos de la CEPAL y de las
teorías de P. Baran, autores y escuelas que parten de un nexo común: la idea de
que el crecimiento económico genera desarrollo en los centros y paralelamente
subdesarrollo en la periferia, por lo que es definitorio cambiar la estructura de las
relaciones económicas internacionales.
CAPITULO IV EL ENFOQUE HUMANISTA
10.- La génesis de un nuevo paradigma
Una de las interpretaciones más “recientes” del desarrollo ha sido la “lectura”
humanística o en clave humanística del mismo, el lugar común del paradigma que
se repite en todas sus manifestaciones es que el crecimiento económico entendido
como medio y no como fin, se considera bueno siempre que sirva para un mayor
desarrollo humano. En resumidas cuentas, el crecimiento es un medio o
instrumento, el fin son los seres humanos, lo importante es que el crecimiento
económico sirva para mejorar la existencia humana. En palabras textuales:
“El objetivo de los esfuerzos a favor del desarrollo es proporcionar a todos los seres humanos
la oportunidad de vivir una vida plena, la incumbencia fundamental del desarrollo son los
seres humanos y sus necesidades” (Streeten, 1986)
11
Dentro de las diversas corrientes de pensamiento que confluyen en el
paradigma humanístico, habría que destacar con nombres propios a la teoría de la
satisfacción de las necesidades básicas, el denominado desarrollo a escala humana,
la corriente “no consumista” y, la mas actual y reconocida mundialmente de las
corrientes el denominado “desarrollo humano”.
Sería necesario precisar que la eclosión del paradigma humanitario y de sus
distintas corrientes de pensamiento vino precedida y, posiblemente, impulsada por el
cambio en la orientación de la estrategia y actividades del Banco Mundial, lo que
generó un enorme debate en torno a cual debería ser la política del BM si continuar
promoviendo la modernización industrializadora-urbanizadora del Tercer Mundo o si
por el contrario promover la satisfacción de las necesidades básicas de las
poblaciones de dichos países. En este sentido, un ítem fundamental en el camino de
la reorientación de las actividades y finalidades del Banco Mundial y en líneas
generales de la AOD, está constituido por el denominado “Informe Pearson” (1969)
que va a ejercer una enorme influencia en el sesgo de las actividades del BM,
puesto que a partir del Informe MacNamara (1972) se aceptaran en el devenir del
Banco, las recomendaciones y directrices del Informe Pearson.
11
Streeten, P. (1986): Lo primero es lo primero: satisfacer las
necesidades humanas básicas en los países en los países en
desarrollo. Tecnos. Madrid.
El citado Informe partía del análisis critico del periodo (1949-1969), es decir
de las dos primeras décadas de AOD. Entre sus conclusiones mas significativas
destacan la critica a los modelos “desarrollistas” impulsores de la industrialización a
ultranza como vía al desarrollo de las naciones subdesarrolladas, modelos
fundamentados en los postulados teóricos de la “Modernización” y sus adaptaciones
al mundo en desarrollo como la denominada “sustitución de importaciones”,
promoviendo una reivindicación del papel fundamental de la agricultura y de la
educación en el proceso de desarrollo de los países del tercer mundo.
Asimismo, el Pearson Report (1969) consideraba imprescindible reforzar la
débil AOD internacional recomendando, tanto la implantación del hoy famoso 0’7%,
como la orientación de la CID hacia la cobertura de las necesidades básicas de la
población.
La primera y, posiblemente, más consistentes de las corrientes, la
“satisfacción de las necesidades básicas”, cuyo autor central es Streeten, surge y
madura al calor de la polémica citada en los campus norteamericanos.
La satisfacción de necesidades se refiere esencialmente a la educación y a
la salud, dado que estos factores constituyen el soporte fundamental sobre el cual
edificar buenos niveles de productividad laboral y organizativa, factor crítico en el
proceso de desarrollo económico. Puesto que si lo que se pretende es maximizar la
abundancia y minimizar la escasez para el conjunto de la población, el producto y la
productividad tienen que crece exponencialmente en un tiempo histórico sobre los
posibles incrementos de población. Esta ha sido la evidencia empírica de las
experiencias occidentales y asiáticas de desarrollo, por lo que para muchos
constituyen el punto de partida.
En el diseño original, las necesidades básicas se estructuraban en cuatro
grandes bloques, lo que podríamos considerar como “mínimos necesarios”, relativos
a insumos materiales para el consumo individual y familiar, desde los alimentos al
espacio vital. En segundo lugar, el acceso a los servicios esenciales para la vida
(transporte, energía, sanidad, educación, etc.) seguidos de un trabajo remunerado
correctamente, y, por ultimo, lo que podríamos considerar insumos cualitativos,
referidos a un entorno positivo para que el ser humano pueda desplegar sus
potencialidades: posibilidades de participación en los asuntos sociales y
comunitarios, derechos humanos, etc.
Una polémica interesante surgida al calor del despliegue de esta corriente
teórica, es lo que Streeten considera opción preferencial por la satisfacción de las
necesidades con preferencia a la reducción de la desigualdad, o mejor dicho de las
desigualdades, opción preferencia para el sector marxista. Para Streeten, la apuesta
por la cobertura de las necesidades básicas es algo concreto, mientras que la
reducción de las desigualdades es algo abstracto e indeterminado que no “sirve”
como referente para el diseño de políticas económicas concretas.
La segunda de las grandes corrientes de pensamiento que concurren en el
enfoque humanista es la que hemos denominado como “no consumista”. Corriente
tributaria de los trabajos del economista anglo-alemán “Fritz” Schumacher (1973)
12
,
cuyo pensamiento condensado en el ensayo “Lo pequeño es hermoso”, plantea un
muy sugestivo cuestionamiento del modelo de la sociedad urbana, industrial y de
consumo, poco respetuosa con el medio y la calidad de vida, todo ello tratado desde
un acentuado humanismo. Obra muy de su tiempo, que debería ser entendida en el
marco de la preocupación por las relaciones entre la economía, el modo de
producción y la sociedad en sus relaciones con el entorno medioambiental.
Preocupación que en el mundo occidental y, en particular en los campus
anglosajones, empezó a despegar a raíz de la publicación del informe “los Limites
del Crecimiento” (1972)
13
del Club de Roma, que tuvo una difusión ciertamente
espectacular y de la que arrancan tanto la critica al consumismo y al modo vida
consumista y postindustrial como la orientación hacia el ecologismo, la conciencia
ecológica y la ecología política.
“Si se mantienen las tendencias actuales de crecimiento de la población mundial,
industrialización, contaminación ambiental, producción de alimentos y agotamiento de los
recursos, este planeta alcanzará los límites de su crecimiento en el curso de los próximos cien
años. El resultado más probable sería un súbito e incontrolable descenso tanto de la
población como de la capacidad industrial” (D.L. Meadows y otros, 1972)
La tercera de las corrientes, imbricada directamente a las anteriores va a ser
el denominado “enfoque de las capacidades”, corriente que se sustancia en lo
esencial en las aportaciones teóricas de A. Sen. Para éste el desarrollo no puede
estar referenciado simplemente al incremento de la oferta de bienes y servicios,
12
Schumacher, E.F. (l973): Small Is Beautiful: Economics as if People
Mattered, Harper and Row. London.
13
Meadows, D.L., Meadows, D.H., Randers, J., (1993): Más allá de los
límites del crecimiento. Círculo de lectores. Barcelona
planteamiento que para Sen no es más que una forma de reduccionismo
economicista:
“Aunque los bienes y servicios son valiosos, no lo son por sí mismos. Su valor radica en lo
que pueden hacer por la gente o más bien, lo que la gente puede hacer con ellos (Sen,
1982)
14

Por tanto, el eje y piedra angular del desarrollo para Sen radica en el
incremento de las capacidades de los seres humanos, por lo que la “vara de medir el
desarrollo”, es precisamente la gente. Desde esta perspectiva se concibe al
desarrollo como un proceso para acrecentar las capacidades de la gente,
individuales y colectivas. Capacidades que constituyen el soporte del “hacer” de las
personas. Precondiciones de una vida feliz son para este autor que las personas
puedan ser y que las personas puedan hacer, en un marco de libre elección, lo que
en la terminología de Sen se consideran como functionings.
La concesión del Premio Nobel en 1998 a Sen, ha contribuido de manera
relevante a la difusión y aceptación de sus teorías, que en la actualidad forman parte
integrante del arsenal de instrumentos de desarrollo de cualquier estudioso o
institución. De igual manera, los trabajos realizados en colaboración con Anand
15
y
Ul-Haq para el PNUD, así como los diversos estudios y desarrollos realizados para
la configuración del índice de desarrollo humano
16
han hecho de Sen y de sus
teorías un lugar común, de gran aceptación en la actualidad.
Como ultimo estadio del proceso de configuración del paradigma humanista
y, recogiendo en gran medida aportaciones de las distintas corrientes surge en el
marco de ONU y en particular en su agencia especializada de desarrollo, el PNUD,
el denominado “Desarrollo Humano” que se presenta por sus impulsores como un
nuevo paradigma de desarrollo del mismo calado de la modernización o de la
14
Sen, A.K. (1982): Pobreza y hambruna: un ensayo sobre el derecho y
la privación (Poverty and Famines: An Essay on Entitlements and
Deprivation) Clarendon Press, Oxford.
15
Anand, S. y Sen, A.K. (1997): Concepts of human development and
poverty: a multi-dimensional perspective. Human Development Papers.
New York.
Anand, S. y Sen, A.K. (1994): Human development index: methodology
and measurement, Human Development Papers. New York.
16
El Índice de Desarrollo Humano (IDH) es una indicador comparativo
de variables como esperanza de vida, alfabetización, educación y
niveles de vida para países de todo el mundo. Es una unidad estándar
para medir calidades de vida, particularmente en términos de la
protección de la infancia. esperanza de vida, alfabetización,
educación y niveles de vida para países de todo el mundo.
dependencia. Si bien se trata de un paradigma alternativo a los economicistas, un
paradigma que propone el índice de desarrollo humano
17
como alternativa al PIB.
Se define al “Desarrollo Humano” (DH) como:
“El desarrollo humano es un proceso mediante el cual se amplían las oportunidades de los
individuos, las más importantes de las cuales son una vida prolongada y saludable, el acceso
a la educación y el disfrute de un nivel de vida decente. Otras oportunidades incluyen la
libertad política, la garantía de los derechos humanos y el respeto a sí mismo…” (PNUD,
1990).
“Proceso por el que una sociedad mejora las condiciones de vida de sus ciudadanos a través
de un incremento de los bienes con los que puede cubrir sus necesidades básicas y
complementarias, y de la creación de un entorno en el que se respeten los derechos humanos
de todos ellos”.
El “Desarrollo Humano” (DH) utiliza como cantera de materiales las diversas
corrientes del pensamiento económico humanista, su planteamiento es integral.
Como en la teoría de la satisfacción, el ultimo fin del desarrollo es el bienestar de las
personas, por lo que el bienestar económico tiene una consideración meramente
instrumental.
Un aspecto muy significativo es que el DH es un iter in facendo, por lo que
progresivamente los diversos Informes sobre el DH van aportando nuevos aspectos
a la construcción, perfeccionándose los anteriores. Así, se han añadido nuevas
dimensiones a la formulación original, como la participación, la sustentabilidad o el
género. Tal y como lo formulan sus propulsores el DH parece consistir en una
especie de software que puede aplicarse dentro de cualquier modelo económico
(Hardware) porque de lo que se trata es de acrecentar las potencialidades de los
individuos y colectividades humanas.
17
El Índice de Desarrollo Humano (IDH) es una medida comparativa
standard, constituida por un indicador social estadístico integrado
por tres parámetros esenciales: a) Vida larga y saludable (medida
según la esperanza de vida al nacer); b) Educación (medida por la
tasa de alfabetización de adultos y la tasa bruta combinada de
matriculación en educación primaria, secundaria y superior); c) Nivel
de vida digno (medido por el PIB per cápita PPA en dólares)
CAPITULO V ENFOQUES TERRITORIALES
11.1- El Paradigma del Desarrollo Endógeno
Una breve panorámica conceptual, partiría del significado esencial de lo
endógeno, la aproximación etimológica nos indica su origen helénico, en el término
ενδονγενναειν, cuya etimología resultante de la fusión de ενδον(Endos, cuyo
significado básico es dentro) y γενναειν(Gennais, que hace alusión a engendrar,
generar, producir, reproducir) por tanto endógeno significa en términos estrictos que
se origina o nace en el interior (Espasa Calpe, 1954). Por extensión, la endogénesis
es la reproducción biológica mediante la escisión del elemento primitivo en el interior
del órgano que lo engendra como la célula que se forma en el interior de otra.
Por tanto, el desarrollo endógeno se refiere, strictus sensus, al proceso de
desarrollo generado desde el interior de las comunidades o territorios, a partir de la
dotación de recursos y capacidades (físicas, humanas, institucionales, tecnológicas
y sociales) existentes en un contexto territorial determinado.
El desarrollo endógeno se ha planteado históricamente en contraposición
con el desarrollo exógeno, es decir, el que viene de fuera, sustentado por fuerzas
exteriores a la comunidad y sobre el que la comunidad carece de poder de acción y
decisión. Los procesos exógenos normalmente están vinculados a la concurrencia
de flujos de inversión extranjera o a la implantación de establecimientos fabriles,
industrias o empresas extranjeras en el territorio, haciendo que se incremente el
volumen de actividad económica sobre el mismo, pero tendiendo a situar a éste en
una posición de dependencia con respecto al capital foráneo, si el volumen de su
inversión fuera demasiado significativo en el conjunto de la economía.
La relación entre ambas categorías del desarrollo aunque se haya planteado
en términos de contraposición, puede ser complementaria.
Una consideración, entendemos que necesaria, sobre el desarrollo endógeno
haría referencia a su condición de paradigma, es decir de referente o azimut, de la
categoría del desarrollo.
El paradigma del endodesarrollo, uno de los actualmente más significativos
en la escena internacional, coexiste con otros paradigmas actuales como los del
desarrollo humano y del desarrollo sostenible. Las líneas de separación entre los
mismos tienden a ser difusas, por lo que la tendencia al mestizaje intelectual parece
bastante acentuada, generándose configuraciones mixtas y misceláneas más o
menos depuradas.
De cualquier manera, el paradigma del endodesarrollo por sus implicaciones
económicas presenta particular relevancia en la actualidad, pudiendo considerarse
como muy significativo, ya que es el denominador común de determinadas
corrientes teóricas, estando en el origen de determinados enfoques y
posicionamientos teórico-operativos que convergen en esa área de conocimiento,
como es en la actualidad el Desarrollo Local. Marco que engloba toda una serie de
formulaciones teóricas y recomendaciones empíricas que han tenido una notable
difusión a escala regional y mundial en las dos ultimas décadas, conociendo en la
actualidad un momento de particular auge.
11.2.- Las Raíces del Endodesarrollo.
Dentro de los diversos conjuntos teóricos agrupados dentro de la categoría
conceptual que hoy conocemos como Desarrollo Local, y que han actuado como
sustentación teórica del mismo, deberían citarse dos grandes entramados teóricos,
por una parte las contribuciones provenientes del denominado Desarrollo
Comunitario o Community Development y por otra las aportaciones mas recientes en
el tiempo, de los enfoques teóricos englobados dentro del Desarrollo Endógeno
Territorial.
11.2.1. El Desarrollo Comunitario.
En términos genéricos, se denomina Community Development (CD) o
Desarrollo Comunitario o de Comunidad, a toda una serie de programas de
dinamización socioeconómica local-comunitaria llevados a cabo en diferentes
localizaciones internacionales en la primera mitad del siglo XX (Blakely, 1979 ;
Sanders, 1958 ; Cary et alia 1973 ) inspirados en las ideas teóricas e imágenes de la
corriente denominada organización comunitaria (Steiner, 1925, Farrington, 1915 )
definida por Ander Egg (1977) citando a Linderman (1924) como “aquella fase de la
organización social que constituye un esfuerzo consciente de parte de la comunidad
para controlar sus problemas y lograr mejores servicios de especialistas,
organizaciones e instituciones”.
Tal conjunto de programas se resiente de una cierta heterogeneidad, pero
existen una serie de componentes comunes, que permiten la definición de un
working model clásico (Noto y Lavanco, 2000) enraizado en torno a la experiencia y
trabajos del departamento Extensión (Lackey, 1960) de la Universidad S. Francisco
Saverio de la ciudad de Antigonish, Nova Scotia, Canada Oriental. Donde para
afrontar la terrible crisis económica local que azotó la zona en el periodo (1921-
1931) se desarrollaron toda una serie de procedimientos y metodologías que
posteriormente han dado origen al corpus metodológico e instrumental del desarrollo
comunitario (Coutinho, 1966; Boyle, 1953)
El foco de su trabajo se va a centrar en las zonas rurales desfavorecidas. La
finalidad fundamental del programa fue la mejora generalizada de los niveles de vida
y bienestar, económico, social y material de la población campesina de la región de
Nova Scotia. A tal fin se van a orientar los objetivos esenciales (Noto y Lavanco,
2000) los instrumentos, y las acciones, que van a presentar un sesgo claramente
orientado a la mejora del colectivo humano, priorizándose aspectos como la
educación activa de adultos, la organización del trabajo colectivo a través de
cooperativas, la captación y preparación de lideres sociales o la formación de
agentes de desarrollo comunitario. Todo ello dentro del respeto a las tradiciones y
cultura de las comunidades (Batten, 1960)
La piedra angular del entramado teórico del desarrollo comunitario radica en
la idea de “comunidad orgánica”, (Yoak y O’Neill, 1979) idea que va más allá de los
meros significados físicos o residenciales, aludiendo a la misma como un ser vivo,
consciente de sus problemas y de las necesidades percibidas (felt needs) por sus
miembros, que trata de hacerles frente utilizando a fondo los recursos humanos y
materiales existentes. La comunidad es una realidad local, consciente de que las
necesidades deben ser satisfechas gradualmente, respetuosa de sus tradiciones
culturales pero atenta a los cambios del contexto (Mezirow, 1962).
Las teorías del Desarrollo comunitario (Littrell, 1971; Roberts, 1979;
Robertson, 1987) postulan la organización de la comunidad en base a los principios
de cooperación humana y participación de grupos e individuos en los asuntos
comunitarios, sobre los de competitividad y competencia; promoviendo lo que se
denomina interacción funcional entre los diversos agentes sociales a partir de los
intereses y necesidades comunes. Por ello, tanto los objetivos a perseguir, como los
instrumentos y las estrategias de actuación deben ser comunes o colectivos, de cara
a conseguir resultados transversales. La noción básica del CD es la comunidad
activa que se ayuda a si misma, constituyendo el self-help una de las señas de
identidad básicas del desarrollo comunitario (Biddle,1965) por cuanto que los
proyectos de desarrollo tienen como sujeto activo y pasivo a la comunidad, e
implican para la misma responsabilidad y ciudadanía activa y productiva (Noto y
Lavanco, 2000)
Dentro del conjunto variado de programas de desarrollo comunitario
realizados en el periodo (1935-1955) documentados por Naciones Unidas (Bureau of
Social Affairs, 1955) destacan sobremanera los llevados a cabo en el mundo colonial
anglosajón, como el “Better Village Plan” (1939-1950) de Jamaica, o el “Auckland’s
Community Development Plan” de Nueva Zelanda encuadrados dentro de la
tipología assisting, en contraposición a la directing (dirigidos desde arriba).
Los programas de desarrollo comunitario de la tipologia assisting eran
aquellos que la comunidad elaboraba y realizaba en función y a medida de sus
necesidades; particularmente interesantes por cuanto que se realizaban en el
mundo en desarrollo como primeras avanzadillas embrionarias de futuras políticas
de desarrollo.
La implementación de tales planes se realizaba como una colaboración entre
el gobierno y las comunidades, con la finalidad de mejorar las condiciones vitales de
la población y su sentido de la iniciativa y la participación en los asuntos sociales y
políticos. Parecen obvios por otra parte la motivación de preparar la independencia
de tales naciones de cara al proceso descolonizador auspiciado por Naciones
Unidas, reforzando las instituciones políticas y cohesionando el disperso y confuso,
por lo multicultural y multiétnico, universo humano y social de las colonias inglesas.
Para un numerosos grupo de autores (Rogers, 1954; Marier, 1953; Winiata,
1957; Taylor, 1955) la finalidad implícita de tales programas más que el desarrollo
en si, era la afirmación del sentido de comunidad entre los individuos (community
feeling) o si se quiere el sentido de pertenencia a la comunidad. Puesto de lo que se
trata es de que la gente se organice, se coordine y afronte la cobertura de las
necesidades percibidas, que defina sus propias opciones, asumiendo su realización,
sintiéndose arbitro de su propio destino. Por tanto, la finalidad tácita es el cambio de
mentalidad, sobre cualquier resultado en concreto. Mas que la implementación del
programa y sus posibles resultados se trataba de educar colectivamente en
participación y responsabilidad social (Stationery Office, 1958).
A partir de la independencia de las diversas Metrópolis, los programas de
Desarrollo Comunitario, tenderán a integrarse en las estructuras institucionales de
los nuevos estados emergentes, formando parte de las estructuras de servicio
social. Paradójicamente, esta inclusión institucional conllevará la burocratización de
los mismos y su progresiva instrumentación desde las esferas políticas. Ello va a
significar su paulatina desactivación como tales dinamizadores sociales y su
conversión en meras oficinas funcionariales o departamentos estatales,
desustanciándose de contenidos y capacidad de acción, lo que entra en
contradicción directa con la idea de desarrollo y su principio esencial, el cambio.
11.2.2.- El Desarrollo Endógeno Territorial
Una breve panorámica clarificadora nos permitiría identificar dentro de los
enfoques conceptuales del desarrollo endógeno territorial tres corrientes
fundamentales, por una parte los enfoques teóricos, bloque que integraría los
enfoques bottom up (Stohr, 1989) los posicionamientos agropolitanos (Friedmann y
Douglas, 1978; Friedmann, 1981) y el enfoque de la movilización del potencial
endógeno otros (Sachs, 1980). Por otra, los denominados enfoques empíricos,
bloque derivado de las experiencias exitosas y reflexiones académicas surgidas en
la escena europea a partir de los procesos de reestructuración económica y social
escenificados en la década de los 80 en las economías europeas occidentales como
respuesta a las sucesivas crisis económicas de los 70, y al agotamiento del modelo
fordista de organización socioeconómica.
En este contexto, van a surgir toda una serie de elementos conceptuales
como podrían ser la escala local, las instituciones locales preactivas de organización
del desarrollo como las Agencias de Desarrollo Local, las Pymes y sus
agrupaciones, el cambio tecnológico a partir de la innovación y la formación de
capital humano y social, que articulados a partir de la pertinente reflexión académica
van a constituir una suerte de “modelo local”, que en lo esencial va a ser la
respuesta proporcionada por tales territorios al cambio de circunstancias y
escenarios traído por las nuevas coordenadas globalizadoras.
Al calor de la evidencia empírica de zonas de países como Reino Unido,
Italia, Flandes Bélgica y la antigua Alemania Occidental, donde el surgimiento de las
pequeñas empresas constituye uno de los rasgos característicos del “ajuste
productivo” que tiene lugar en la Europa occidental a raíz de las crisis energéticas de
la década de los 70, surgen corrientes de pensamiento que enfatizan el rol de las
empresas endógenas, y en particular de las constelaciones de pymes, y de sus
agrupaciones, en los proceso de desarrollo local observado. En tales esquemas, el
protagonismo de las Pymes suele ser lugar común, considerándose decisiva su
contribución a la reestructuración productiva y a la creación de empleo (Chisholm,
1990) .
Siguiendo a Vázquez Barquero (1993) las teorías de base pyme sitúan la
creación de tejido empresarial endógeno como la variable estratégica de análisis,
tratando de explicar los procesos de generación de pymes locales endógenas.
Fenómenos que siguiendo a Keeble (1990) pueden provenir de dos fuentes
distintas, bien de la relocalización de plantas procedentes de empresas
anteriormente localizadas en otras zonas, bien de la creación de nuevas empresas
en el territorio. Profundizando en el segundo frente, surgen toda una serie de
conjuntos teóricos, como las teorías de la “reacción frente a la recesión” o recession
push theory (Gudgin, 1984); la teoría del crecimiento de la renta o income growth
theory (Storey, 1982) o la teoría del cambio tecnológico, thecnological change theory
(Aydalot y Keeble, 1988 ; Maillat, 1988 y 1998 ).
Tales teorías inciden en la promoción, creación, consolidación y
funcionamiento operativo del tejido empresarial-productivo, subrayando su
importancia en los proceso de desarrollo local observado, como reacción frente a las
corrientes dominantes del pensamiento económico de los 50 y 60 mas orientado a la
captación de inversiones exógenas, y a la inversión publica como dinamizadores de
la escena local.
Así, mientras que en los sesenta y setenta se apostaba mayormente por la
atracción de empresas foráneas, a partir de los años 80 el centro gravitatorio de
atención se ha trasladado a la creación endógena de empresas, entendiéndose que
la aparición de nuevas empresas y el desarrollo de las existentes juegan un papel
estratégico en los procesos de crecimiento y reestructuración productiva y en la
creación de empleo (Vázquez Barquero, A. 1993).
La tercera de las grandes divisiones va a aparecer vinculada por una parte a
las experiencias exitosas de desarrollo económico territorial de la Terza Italia, del
litoral mediterráneo español y de la costa oeste irlandesa, procesos que además de
englobar los ítems ya recogidos en los párrafos interiores, recogen en su dimensión
académica el legado de las teorías clásicas de la localización (Von Thunen,1820;
Weber, 1909 ; Christaller, 1966 ) de las teorías de la Interacción empresarial, y del
corpus teórico del Neoinstitucionalismo económico generándose un fértil entramado
donde destacan autores clásicos como Marshall (1890), Schumpeter (1939) o North
(1955) . De hecho, tanto la teoría del distrito industrial marshalliano, como las teorías
de la innovación-difusión empresarial schumpiteriana y del contexto institucional van
a estar en la base de fundamentación de las nuevas construcciones teóricas.
Así, los autores de la Scuola italiana del Distretto Industriale (Beccatini, 2002
; Brusco, 1989 ; Piore y Sabel, 1984 ; Mistri e Solari, 1999 y 2000 ) van a definir una
nueva visión del Distrito industrial, a partir de la experiencia de los distritos
industriales del centro noroeste transalpinos, que va a tener una notoria influencia en
los estudios de organizaciones internacionales de gran prestigio como la OCDE o la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), que han gozado de una amplia
difusión e impacto internacional (Pyke, Becattini y Sengenberger, 1990; Pyke y
Sengenberger, 1992 )
No debemos pasar por alto el hecho de que el paradigma del desarrollo
endógeno se ha considerado una estrategia de respuesta de los territorios frente a
los desafíos planteados por los procesos globalizadores, poco controlables (Borja y
Castells, 1997). Asimismo, su instrumentación por parte de notorios organismos
internacionales, como la OCDE y la UE, como tal “modelo” o referente, ha
contribuido de forma notoria a su propagación mundial.
Las ideas schumpeterianas van a ser retomadas y reformuladas desde la
perspectiva del contexto territorial, de ahí que los distintos posicionamientos graviten
en torno a los condicionantes, circunstancias y características de los procesos
innovadores, preocupándose fundamentalmente por la generación, difusión y
asimilación de dichas innovaciones, surgiendo diversos enfoques como el "sistema
de innovación nacional y regional" (Cooke, 1992 ; Lundvall, 1992) el del modelo
teórico del Milieu Innovateur (Aydalot, 1986 ; Camagni, 1991), o los trabajos del
Grupo de Investigación Europea sobre Entornos Innovadores GREMI, (1990) .
Las posiciones institucionalistas serán reformuladas como condicionantes de
contexto institucional, key factor transversal tanto para la interacción entre los
agentes empresariales como de cara a la generación, difusión y asimilación de la
innovación. De ahí, su relevancia en la generación de ese clima empresarial
favorable donde la certidumbre y la confianza sean referentes de actuación, lo que
debería plasmarse en bajos costos de transacción e información (Edquist y Jonson,
1997 ; Bianchi y Miller, 2000)
11.3.- Desarrollo Local y Perspectiva Norte - Sur: Posibles implicaciones
Denominador común de los conjunto teóricos integrados en el desarrollo
endogeno, va a ser su acentuada perspectiva eurocéntrica, puesto que todos tienen
su origen conceptual y sus plasmaciones esenciales en la Europa Occidental.
Por lo que tales grupos teóricos presentan un sesgo cultural muy
determinado, sesgo que tiende a relativizar sus planteamientos en contextos de
subdesarrollo estructural, caracterizados por su inequitativa distribución de la renta,
lo opaco del funcionamiento institucional, los débiles niveles de acumulación de
capital social, humano e infraestructural, la desarticulación socioeconómica ab initio
y una consideración periférica en la escena económica internacional, como
características genéricas inherentes a las áreas territoriales del Tercer Mundo. Lo
cual no resta, ni mucho menos interés o virtualidad a tales propuestas, pero se nos
antoja difícil una pretendida traslación de las mismas a los contextos de baja renta,
puesto que recordando a Boeke (1953) resulta muy difícil trasplantar las delicadas
flores europeas a entornos no europeos, lo que no significa negar su contribución
esencial a la reflexión de los problemas del desarrollo internacional.
Además de su eurocentricidad, los enfoques endógenos territoriales parten
de una visión del territorio, no ya como un mero soporte físico de las actividades
económicas como solía ser la visión dominante en los planteamientos neoclásicos,
sino como propio y verdadero factor de crecimiento, puesto que el territorio, o mejor
dicho el vector territorial, entendido como tal container incorpora toda una serie de
elementos y dotaciones que posibilitan la puesta en marcha de procesos de
desarrollo autocentrados a partir de los recursos propios (Económicos, humanos,
físicos, institucionales y culturales). El territorio constituye por tanto la base de
recursos y por tanto la frontera de posibilidades productivas de la unidad territorial
en cuestión, o parafraseando a Vázquez Barquero (1993) el potencial económico
local.
Esta visión epistemológica del territorio, como “algo” vivo, como un todo
orgánico (Hidalgo Tuñón, 2000)
18
que no puede ser fragmentado en partes y que
tiene que ser gestionado de manera sistémica, lleva implícita la idea de la
comunidad orgánica integrada por todos los agentes (Biosistema) y recursos de todo
tipo localizados en el territorio (Biotopo) y las relaciones que se generan entre los
mismos, produciéndose una suerte de biocenosis .
Esta visión orgánica, identifica y distingue al paradigma del desarrollo
endógeno, aproximándolo al comunitarismo. Sin embargo, esta visión comunitarista
se entrevera con elementos cosmopolitistas, en un marco de evidente eclecticismo
no exento de contradicciones, puesto que si la organización del sistema productivo
local se articula vía las redes empresariales, para generar economías de escala y
reducir los costes de transacción, éstas van a operar fundamentalmente fuera del
territorio, en el mercado global. La peculiaridad del desarrollo endógeno reside
entonces en la iniciativa y control por parte de los agentes locales de los procesos,
al menos en sus fases iniciales, y el énfasis en la auto-organización.
Puesto que uno de los anclajes fundamentales del paradigma endo radica en
la asimilación y difusión de la innovación tecnológica mediante el aprendizaje
colectivo y cooperativo, existe una preocupación fundamental en el estudio de los
18
Hidalgo Tuñón, A.(2000): Teorías, historias y modelos de la Idea de
desarrollo. Una interpretación. En revista el Basilisco Nº 28, juliodiciembre 2000 pp 41-64.
instrumentos y mecanismos que permiten la optimización territorial de la innovación
tecnológica y de ahí el énfasis en las interacciones entre ciencia-tecnología-territorio
y sociedad, puesto que para los teóricos del endodesarrollo las innovaciones
tecnológicas (a diferencia de la ciencia que es universal) se localizan
territorialmente, pero para fijarse a un territorio en concreto es necesario que
confluyan en el mismo los agentes, equipamientos e infraestructuras necesarios
para captarlas. Es decir, resulta imprescindible el concurso de un “entorno
innovador” donde el saber hacer local pueda “traducir” las innovaciones tecnológicas
disponibles a procesos productivos y productos. Por eso resultan tan decisivos en
las coordenadas del desarrollo endógeno, los aspectos relativos al capital humano
cualificado, al énfasis en la formación y al training constante, a las instituciones y
mecanismos de transmisión y difusión tecnológica, a las infraestructuras de
transporte y comunicación y en general a todos
De ahí, que no sea extraño que sean las áreas urbanas, metropolitanas y en
general las ciudades, los claros protagonistas de estos procesos, puesto que en
ellos suelen darse las economías espaciales y de escala que configuran el
entramado de externalidades necesario para la generación de rendimientos
crecientes y, en definitiva, de crecimiento económico.
Tampoco parece raro que las áreas territoriales donde el paradigma ha
tenido mayor acogida y mejores resultados sean las zonas periféricas de países
desarrollados, puesto que tales desequilibrios regionales suponían, vistos en
perspectiva temporal, tanto un obstáculo como una ventaja, dados sus menores
costes comparativos con las zonas centrales, unidos a la necesidad social e
institucional de desarrollo económico, y a la disposición de incentivos y políticas de
estimulo, factores generadores del caldo de cultivo necesario, el contexto
socioeconómico e institucional favorable a tales procesos.
En una perspectiva Norte-Sur, entendemos que inevitable en el tratamiento
del tema del desarrollo internacional, las coordenadas del paradigma del desarrollo
endógeno no dejan de resultar contradictorias, puesto que si bien es cierto que las
categorías Norte//Sur ya no pueden catalogarse como de compartimentos estancos,
impermeables e inamovibles, como pretendían los postulados dependentistas y
estructuralistas, tampoco parecen haberse diluido las barreras, tantas veces
invisibles que separaban el centro de la periferia mundial. En este sentido, los
condicionantes “estructurales” del desarrollo endógeno, podrían pesar como una
espada de Damocles, “virtual” si se quiere, sobre las débiles espaldas del mundo en
desarrollo.
En este sentido, parece difícil que el leiv emotiv del endodesarrollo, o lo que
es lo mismo, la difusión del “conocimiento tácito” técnico-práctico, trasmitido por
canales no formales, básicamente por imitación a partir del efecto demostración, y
que requiere para su endogenización de la presencia de una tradición local de
aprendizaje (y una tensión hacia el mismo) orientada a la recepción, asimilación y
difusión en el tejido productivo de las innovaciones, haciéndolas literalmente “suyas”,
pueda llevarse a cabo en contextos caracterizados, precisamente por su
desestructuración básica, por la ausencia de los elementos iniciáticos (instituciones
proactivas, tradición de innovación, mecanismos de difusión, tejido empresarial
colectivo, tradición de aprendizaje colectivo, etc.) y por la presencia de elementos
contraproducentes (burocracias centralistas, clientelismos, fenómenos clanicos,
altos costes de transacción, relaciones asimétricas de poder, desestímulos
generalizados, etc.).
En definitiva, no parece fácil que el paradigma del endodesarrollo pueda
adaptarse a las complejas geografías del Tercer Mundo, lo cual no quiere decir que
sea imposible, los casos de Bangalore, Shangai, y otras localizaciones asiáticas, así
parecen demostrarlo.
Por todo ello, parece afirmarse la hipótesis de Hidalgo Tuñón (2000) del
entreverarse Norte y Sur, surgiendo configuraciones mixtas tipo piel de leopardo,
con pujantes áreas urbanas y ciudades del antiguo Sur, conectadas en red a las
ricas áreas metropolitanas y tecnológicas de Europa, Norteamérica y Extremo
Oriente. Simultáneamente emergen en el antiguo Norte, áreas de pobreza y extrema
pobreza urbana y rural, ghettos y zonas ultraperiféricas depauperadas, apareciendo
un nuevo “sur” en el corazón del Norte. Pareciera como si las tendencias en acto
apuntaran a una configuración policéntrica que tiende a reiterar, solo que con otro
formato, las dinámicas centro-periferia.
CAPITULO VI ENFOQUES AMBIENTALISTAS
12.- De los límites del crecimiento al Desarrollo Sostenible
El despegue de los enfoques medioambientales y ecológicos del desarrollo
se inicia en los países occidentales, particularmente en la academia
estadounidense, en paralelo a la publicación del informe “Los Limites del
Crecimiento” (1972)
19
, elaborado por expertos del MIT y que va a tener un fuerte
impacto tanto en los medios de comunicación como en la opinión publica occidental.
A partir de aquí arranca un proceso todavía en acto de concienciación ecológica
mundial y de preocupación por la ecología, sancionado por eventos a gran escala
como la “Cumbre de la Tierra” de Río, el controvertido Protocolo de Kyoto o la
inquietud mundial por el “efecto invernadero”, o el avance de la desertificación.
En el seno del paradigma ambientalista confluyen una serie de corrientes de
pensamiento como el ecodesarrollo o el desarrollo sostenible que son claros
deudores de los trabajos pioneros de la economía ambiental provenientes de
autores como N. Georgescu Roegen, R. Daly o D. Pearce.
El proceso de generación del paradigma ambientalista ha tenido un
componente institucional muy significativo por cuanto que la labor de Naciones
Unidas y de sus agencias, en particular el Programa de Naciones Unidas para el
Medio Ambiente (PNUMA) han desempeñado un rol decisivo.
El proceso arranca con la Conferencia ONU de Estocolmo (1972)
20
, de donde
surge el PNUMA, esbozándose el concepto de ecodesarrollo, concepto ampliado y
consolidado con las aportaciones de I. Sachs (1974)
21
quien considera que el
desarrollo tiene una finalidad ética y social, por lo que el proceso de desarrollo debe
tener muy en cuenta los aspectos ecológicos, culturales y territoriales. La eficacia
debe entenderse en términos macrosociales y no en términos exclusivamente
macroeconómicos.
Durante los 80, el imparable y cada vez más observable deterioro
medioambiental del planeta (deforestación y perdida de las selvas tropicales, avance
de los desiertos, polución del agua, contaminación de los océanos, agotamiento de
19
Meadows, D.L., Meadows, D.H., Randers, J.(1993): Más allá de los
límites del crecimiento. Círculo de lectores. Barcelona
20
Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Humano o Primera
Cumbre de La Tierra.
21
I. Sachs (1974): Environment et styles de dévelopement”.
recursos naturales) va a crear en los países occidentales una fuerte corriente crítica
contra el “progreso” y sus penosas consecuencias para el medioambiente, creciendo
el tono y la intensidad de las criticas contra la industrialización y la modernización.
Así, como un fuerte apoyo a las propuestas ecologistas y medioambientalistas,
generándose un clima muy propicio a la configuración de lo que después se
denomino “desarrollo sostenible”. La naturaleza, la ecología y el medioambiente, se
conforman como nuevos ítems, ineludibles en la agenda internacional.
En su proceso configurativo, el desarrollo sostenible toma elementos
conceptuales procedentes de antecedentes como el ya mencionado ecodesarrollo, y
del denominado “otro desarrollo” (Fundación Hammarskjold, 1975)
22
. Una primera
aproximación al concepto de sustainable development, define a éste como "el
crecimiento económico que no vulnera los ecosistemas" (UICN, WWF, PNUMA,
1980)
23
presentando un carácter durable o permanente y de largo alcance,
introduciendo el “conservacionismo” como eje de acción: No puede haber desarrollo
si no se preservan, los recursos naturales. Otra cosa es cuales sean las vías de
conservación.
De tales premisas partirá el Informe “Our common future” (1987) de la
Comisión Brutland
24
para definir al desarrollo sostenible en los siguientes términos:
“Un desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente, sin comprometer la
capacidad de las generaciones futuras, para satisfacer sus propias necesidades"
Para el Informe el objetivo focal del desarrollo está en la satisfacción de las
necesidades humanas, así como a dar respuesta a las aspiraciones de los humanos
a una vida mejor. El informe considera fundamental promover niveles de consumo
racionales, o si se quiere ambientalmente sostenibles. El informe trata de casar los
aspectos puramente económicos (incremento del potencial productivo) con la
igualdad de oportunidades en lo social.
22
Las características definitorias del “otro desarrollo” son: Su
finalidad es la satisfacción de necesidades, empezando por la
erradicación de la pobreza. Es un Desarrollo endógeno y autónomo que
busca la armonía con el medio ambiente; Se basa en transformaciones
estructurales. No existe un patrón universal de desarrollo, éste
difiere de una sociedad a otra.
23
UICN; PNUMA; WWF(1980): "Estrategia mundial para la conservación"
(1980), publicado por la UICN (Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza el PNUMA y el WWF (World Wildlife Fund)
24
Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo
En sus contenidos temáticos el informe se hace eco de lo que en el Report
“Limites del Crecimiento” (Medows, 1972) se consideraba como bomba demográfica,
es decir el incremento desmesurado de la población, subrayando que el equilibrio
tierra / gente, solo podrá lograrse si la expansión demográfica corre paralela a la
expansión de las potencialidades productivas de los ecosistemas. Adaptando de
esta manera un tono un tanto maltusiano, ya que si la población no puede crecer por
encima de los limites físicos de los ecosistemas, el Tercer Mundo podría quedar
fuera de juego. De todas formas, plantear como limite material los recursos naturales
no parece ninguna exageración.
Uno de los aspectos más sugestivos del informe es lo que podríamos
denominar como enfoque intemporal-intergeneracional, abarcando no solo el
presente sino las necesidades de la generación futura. Por ultimo, el informe plantea
una critica demoledora hacia el mundo desarrollado al que tacha de “consumista”
entendiendo que el consumo que realizan es una suerte de sobre exceso que
supone una actitud depredadora de los recursos naturales. Por tanto, los países
desarrollados no pueden ser un referente de actuación para los subdesarrollados, ni
su experiencia es un camino a seguir, con lo que un postulado fundamental de las
tesis modernizadoras queda (en teoría) abandonado.
La difusión mundial del paradigma ambientalista y de su vehiculo
fundamental, el enfoque del desarrollo sostenible, se va a producir, urbi et orbe, con
la “Cumbre de la Tierra (1992) celebrada en Río de Janeiro, una de las macro
cumbres mas significativas de los 90, útiles para atraer y fijar la atención de la
opinión publica internacional, al menos durante su celebración, y poco útiles de cara
a resultados concretos o mejor dicho de cara a compromisos ciertos.
Precisamente uno de los resultados más interesantes de la Cumbre fue la
denominada Agenda 21, una especie de programa operativo del desarrollo
sostenible que pretendía operar a nivel mundial a diferentes niveles de actuación
territorial y con una interesante pluralidad de objetivos.
Por lo que respecta a los resultados de tan prometedores procesos, el
panorama en líneas generales es muy dispar, porque de una parte, y esto es
innegable, se ha conseguido una difusión y aceptación mundial de la sostenibilidad.
Parece evidente que nuestro mundo no sería el mismo sin los conceptos de
“sostenibilidad” o de “sostenible”, ideas o imágenes muy populares, si bien la
popularización ha provocado paralelamente una cierta desvirtuación de sus
contenidos, observándose una cierta “formalización” de los mismos.
En lo que se refiere a resultados materiales, incluso en foros oficiales de las
Naciones Unidas se advierte que las tendencias observadas en el deterioro
medioambiental son en nuestros días peores que nunca, las pruebas del
calentamiento global y del cambio climático son ya mucho más que evidentes, por lo
que la eclosión y divulgación del desarrollo sostenible no parece haber producido
ese point of no return que sus creadores y propagadores planteaban, ni tampoco
esa “nueva forma de hacer las cosas” que se pretendía.
CAPITULO VII ENFOQUES LIBERALES Y GLOBALIZADORES
13.1- Deuda Externa y Ajuste Estructural
A partir de la suspensión de pagos de Méjico en 1982, estalla la denominada
“crisis de la deuda”, iniciándose un periodo oscuro para muchos de los países del
Tercer Mundo que deberán afrontar un escenario internacional preñado de
dificultades puesto que tendrán que hacer frente simultáneamente a una
yuxtaposición de circunstancias negativas: estancamiento de los flujos de la AOD,
fuerte aumento de los pagos en concepto de intereses de sus empréstitos
internacionales combinada con una acentuada disminución de los flujos de IDE
hacia los países del Tercer Mundo, que entraran en una etapa de “cuarentena”
financiera al ser considerados peyorativamente en los círculos financieros
internacionales como destinos poco o nada solventes.
La conjunción del estrangulamiento externo con la crisis económica interna
trajo consigo enormes dificultades económicas a lo largo de los ochenta para los
PVD. Crisis estructurales que desembocaron en los denominados Programas de
Estabilización y de Ajuste, impuestos por el Fondo Monetario Internacional para
tratar de sanear economías desequilibradas y, posiblemente la razón decisiva,
afrontar el pago de la deuda externa.
El problema radicó en que el “ajuste” supuso la reducción drástica del gasto
público, lo que en muchos de los PVD supuso un agravamiento de las crisis
internas, por cuanto que agudizó aún más la contracción de la demanda en términos
económicos. En términos sociales, trajo consigo un deterioro exponencial, sin
precedentes, de las condiciones de vida de la gran mayoría de la población de
dichos países que se vieron abocadas a un dramático quebranto de su
cotidianeidad.
Todavía en la actualidad pueden percibirse los dramáticos efectos de los
ajustes macroeconómicos en muchos países latinoamericanos, africanos y asiáticos.
Si bien a finales de los 80 comienzos de los 90 el deterioro de la situación se hizo
tan evidente, en términos de expansión de la pobreza, intensificación de la
desnutrición e incremento de la mortalidad infantil, que determinadas agencias
multilaterales reivindicaron el denominado ajuste con rostro humano (UNICEF, 1987)
ante la regresión constatada.
13.2.- El paradigma liberal globalizador. El mercado como eje del desarrollo
A mediados de los 80 y, en parte, como respuesta inmediata a la crisis de la
deuda externa, se empieza a plantear desde determinados foros y organismos
internacionales una nueva perspectiva de los problemas del desarrollo económico
internacional. Siguiendo a Dubois (2000)
25
los fundamentos del nuevo planteamiento
van a ser los siguientes:
“a) La consideración del mercado como el mecanismo clave para la asignación de recursos;
b) La intensificación del protagonismo del sector privado como el motor de la economía y la
reducción del sector público;
c) la inserción en el mercado mundial, como objetivo de la estrategia de ajuste de las
economías;
d) el rechazo a lo que se llamó la duoeconomía, es decir, negar una economía específica del
desarrollo, y defender la aplicación de un mismo análisis económico a unas y otras
economías”.
Este “nuevo paradigma” que podríamos denominar “liberal-globalizador” que
tiene su origen en los campus académicos anglosajones, y que está en la base del
denominado Washington Consensus, se va a expandir muy rápidamente a lo largo
de la escena mundial durante la segunda mitad de los 80, alcanzando el rango de
paradigma dominante en la mitad de los 90, constituyendo actualmente la referencia
básica en términos teórico-prácticos, es decir como interpretar la realidad y como
actuar en consecuencia. Evidentemente, la globalización constituye, desde esta
perspectiva, el marco propicio y estimulador del crecimiento económico
internacional, surgiendo una correlación directa entre ambos términos, es decir a
más globalización más crecimiento.
Por ello, la visión de la globalización que plantea el paradigma liberal es
extraordinariamente positiva, tendiendo a maximizar sus ventajas y a minimizar (o a
ser muy indulgente) con sus desventajas. De ahí, su tendencia a plantear escenarios
en “positivo” (tipo “tout va bien”) o favorables (tipo “progresamos adecuadamente en
pos de nuestros objetivos”) o plausibles derivados del silogismo aristotélico (tipo si
25
Dubois, A. (2000): Equidad, Bienestar y Participación: Bases para
construir un desarrollo alternativo. El debate sobre la cooperación
al desarrollo del futuro. Cuadernos de Trabajo de Hegoa, Número 26,
febrero 2000. Bilbao. Documento electrónico tomado de
http://www.ehu.es/hegoa
los gobiernos hacen esto, el resultado será aquello) En este sentido, el Informe
Towards a New Global Age (OCDE, 1997), encarna con perfección este tipo de
artificios.
En la fundamentación ideológica del paradigma liberal-globalizador se
observa una actualización o puesta al día de los conceptos centrales de la teoría de
modernización
26
, si bien en el nuevo paradigma, el motor del cambio no es la
industrialización, sino la inserción plena en los mercados mundiales y en los flujos
comerciales y financieros globales. En definitiva, el acceso y participación al
mercado global, o si se quiere, en términos oficiales “la integración en la economía
global”. La expansión generada por este crecimiento traerá el desarrollo, conclusión
ciertamente mecanicista y lineal.
Sin pretender abordar una crítica de dichos fundamentos, que excedería en
mucho el marco de este modesto trabajo, la evidencia empírica observada en su
momento y que acentúo el fracaso de la teoría de la modernización en los 60, no
parece haber sido tenido en cuenta por sus reformuladores. Fracaso derivado de la
excesiva simplificación estandardizadora de sus presupuestos ideológicos,
combinada la ausencia de planteamientos sociales y culturales en los mismos, junto
a, en el plano operativo, los escasos resultados obtenidos en el Tercer Mundo,
donde efectivamente se consiguieron avances en el crecimiento económico, si bien,
a costa de una aceleración exponencial de la desigualdad social y de la pobreza, lo
que motivo el cambio al paradigma de la satisfacción de las necesidades básicas.
En sus presupuestos actuales, el paradigma liberal-globalizador sigue
presentando un sesgo demasiado simplista en sus planteamientos básicos, junto a
unas consideraciones demasiado mecanicistas y lineales de los procesos sociales y
económicos. Consideraciones que no parecen tener reflejo en la evidencia empírica
observada, al menos en el periodo 1990-2005, donde lo que parece haberse
producido es la coexistencia de avances evidentes, en términos macro de
crecimiento económico, si bien bastante concentrado espacialmente, con retrocesos
preocupantes en términos micro y meso de pobreza y desigualdad.
26
Paradigma dominante en los 50, cuyas ideas centrales fueron la
identificación de crecimiento económico con desarrollo y la
existencia de una via
standard
al desarrollo. Éste en lo básico era
un proceso de industrialización-urbanización. Si un país
subdesarrollado pretendía desarrollarse debía transitar por dicha
vía, imitando los comportamientos, actitudes y modos de vida de los
occidentales, los primeros que siguieron dicho camino.
Es decir, se ha observado un cierto crecimiento económico, bastante
focalizado en tierras asiáticas, unido a una cierta estabilización con algo de
crecimiento en zonas como Latinoamérica, junto a la impotencia de determinadas
zonas del mundo para acceder a la economía global como grandes zonas de África,
Latinoamérica y Asia.
En paralelo, se observa una tendencia evidente a la acentuación de la
pobreza y desigualdad mundiales. Tendencia que parece alcanzar magnitudes
preocupantes en el Tercer Mundo. Asimismo, comienzan a tomar cuerpo problemas
de exclusión social de relieve dentro de los propios países considerados antaño
como “desarrollados”, ya de los estados de la Europa occidental, ya de los países
del fenecido “telón de acero”.
Por ello, una primera impresión sobre el crecimiento económico derivado de
la globalización, sería que éste parece ser en términos territoriales, bastante
discontinuo, generándose un mapa de “manchas de leopardo” en términos de
distribución geoeconómica de la riqueza//pobreza, por cuanto que se superan los
antiguos compartimentos estancos de países ricos y países pobres, o centros y
periferias típicos del fordismo internacional, por los actuales puntos focales de
riqueza y pobreza dentro de un mismo país o de una misma unidad continental. Este
seria el caso, en términos peyorativos, de Rumania o del Mezzogiorno italiano,
entendidos como zonas pobres dentro de unidades continentales ricas como la
Unión Europea. Mientras que los casos de Bangalore (India), Shangai (China) y del
área paulista (Brasil) serían de puntos focales o zonas ricas dentro de países
“pobres”.
A niveles sociales, parece tratarse de un crecimiento muy desigual, en
cuanto que parece acentuar las diferencias entre ricos y pobres en vez de mitigarlas,
subrayando la ruptura entre bienestar y malestar. Por ello, parafraseando a
J.Bhagwati podría hablarse de crecimiento socialmente empobrecedor.
Si bien, a niveles genéricos continúa dándose una notoria diferencia entre el
Primer y el Tercer Mundo, la desactivación en acto del Welfare State en muchos
países occidentales tenderá a crear condiciones, paulatinamente menos
privilegiadas en dichos países con respecto al resto del mundo. Aunque este sea un
proceso path-dependant que tardará todavía en manifestarse.
Evidentemente, el hecho de que los propulsores del paradigma liberal-
globalizador fueran organizaciones internacionales multilaterales del prestigio y
calado de la OCDE, o de entes de mucho menor prestigio pero de gran influencia y
poder como el FMI o el BM, junto a grandes valedores como los principales agentes
económicos internacionales (multinacionales, grandes bancos, grandes empresas) y
contando, además, con el respaldo de importantes sectores de opinión del mundo
occidental, especialmente anglosajón y del lejano oriente, explica el porque de su
rápida difusión y aceptación internacional.
CAPITULO VIII EVIDENCIA EMPIRICA DE PROCESOS DE DESARROLLO
ECONOMICO INTERNACIONAL. LA EXPERIENCIA ASIATICA
14. El desarrollo económico ¿Un problema de entornos?
Actualmente, en el planeta Tierra conviven dos mundos muy distintos que,
dada la interconexión económica política y comercial existente, hasta cierto punto se
complementan, hasta cierto punto se contraponen o enfrentan. Se trata por tanto de
una convivencia difícil, dadas las enormes disparidades existentes en cuanto a
renta, riqueza, calidad de vida y oportunidades personales entre el primer y el tercer
mundo.
Desde esta perspectiva, el problema focal del desarrollo económico
internacional sería, al menos en una perspectiva de aproximación, ‘la coexistencia
en un espacio físico finito, como es el mundo actual, de muy distintos niveles de
organización, producción, productividad, tecnologías, capital físico y capital humano.
Ello dará lugar a muy diferentes niveles de ingreso, renta, riqueza y bienestar”.
Por ello, las características dominantes de la realidad internacional actual
son la desigualdad y el desequilibrio crónicos y, lo que es mas preocupante, la
inercia hacia una profundización acentuada de dichas características.
Ante la desproporción existente entre unos y otros, la actitud que tengan los
países de vanguardia hacia la problemática del desarrollo de los países atrasados.
será absolutamente decisiva. Esta actitud condicionará el comportamiento y
actitudes de los desarrollados hacia los subdesarrollados y sus demandas de
progreso. Parece claro que dada la correlación de fuerzas existentes, solo una
actitud positiva hacía el progreso de las naciones pobres por parte de los ya
desarrollados, permitirá un avance sustancial de los países de retaguardia.
Por tanto, entendemos imprescindible la existencia de un entorno exterior
favorable al desarrollo del Tercer Mundo, o lo que es igual, que exista un marco de
relaciones internacionales capaz de asumir e instrumentar las demandas de
progreso de los países atrasados. Marco que estimule, ayudando en su
implementación, los esfuerzos por el desarrollo de las naciones pobres.
De no existir dicho marco, los países de baja renta quedarían literalmente
abandonados a su suerte, con lo que los intentos y avances en el arduo sendero del
progreso podrían quedar estrangulados, o como demuestra la evidencia empírica de
tantos países latinoamericanos, africanos y asiáticos, abortados o en estado
embrionario.
Dicho entorno exterior tiene que estar necesariamente complementado por el
imprescindible “entorno interior favorable al desarrollo”. Es decir, el establecimiento
de las condiciones imprescindibles al interior del país en cuestión para que éste,
aprovechando sus potencialidades y recursos, pueda comenzar a avanzar en el
difícil camino del desarrollo.
Ambos marcos pro-desarrollo, el externo o internacional y el interno o
nacional, no pueden surgir por generación espontánea o por mero voluntarismo, sino
que su creación y consolidación obedecerá a cursos de acción que responderán a la
existencia de poderosos estados de opinión, nacionales e internacionales que
presionen a favor del desarrollo. Estados de opinión colectivos y generalizados, fruto
del convencimiento por parte de la población de la necesidad de tales cambios.
Parece claro que solo la conjunción de ambos entornos Exterior e Interior
puede proporcionar vías de solución, reales y creíbles, a los problemas del
desarrollo económico internacional.
14.1. - Una aplicación al caso, Taiwán y Corea del Sur
Posiblemente sean las experiencias de desarrollo más recientes, como sean
los casos de Taiwán y Corea del Sur, como tales economías medias, las que reflejen
con mayor intensidad la necesidad de contar con el Entorno, tanto en su dimensión
interna como externa, como elemento ineludible, en nuestros días, para posibilitar
procesos de desarrollo acelerado como el que evidencia el Cuadro V:
Cuadro V: Evolución Comparada de Taiwán, Korea, Filipinas y Japón
Elaboración propia. Fuente Council for economic planning and development, Republic of China (1997)
* El PNB aparece expresado en billones de dólares norteamericanos (USD)
** El PIB aparece expresado en miles de USD
*** Exportaciones e Importaciones aparecen en valor (billones de USD)
***** Sectores Agrario, industrial y Servicios aparecen en porcentajes
******* Paro aparece en porcentajes
FASE PAIS SOCIEDAD ESTRUCTURA ECONOMICA
AÑO PAIS POBLA PNB* PIB ** EXP** IMP AGR IND SERV PAR
Taiwan 8.130.000 1.7 196 0.1 0.2 32.2 19.7 48.1 4.4
Korea 20.460.000 2.7 129 0.03 0.2 50.0 13.0 37.0 6.2
Filipinas 21.530.000 4.1 188 0.3 0.5 41.0 18.0 41.0
1952
Japón 86.625.000 17.3 201 1.3 2.0 23.0 32.0 45.0 1.2
AÑO PAIS POBLA PNB PIB EXP IMP AGR IND SERV PAR
Taiwan 22.122.000 263.0 12.396 111.7 103 3.6 36.3 60.2 1.8
Korea 44.850.000 455.6 10.076 125.0 135 6.0 43.6 49.8 2.0
Filipinas 70.270.000 73.1 1.090 17.0 26.5 21.2 47.3 8.30 9.5
1995
Japón 125.200.000 4.872. 32.057 443.0 335.9 1.9 38.0 60.1 3.2
14.2.- Elementos de Entorno Interior
Piedra angular de lo que anteriormente se ha denominado como Entorno
Interior Favorable, en la experiencia coreana y taiwanesa va a ser la Reforma
Agraria.
Efectivamente, dichos países fueron colonias japonesas hasta el fin de la
segunda guerra mundial, siendo ocupados por los norteamericanos tras la derrota
japonesa. Los nuevos amos impusieron una serie de reformas agrarias para evitar la
amenaza comunista por aquellos días en su máximo esplendor, esto significó que la
propiedad de la tierra quedara relativamente bien distribuida, lo cual se tradujo en un
importante aumento de la productividad agraria y de la producción final. Asimismo,
significó incrementar decisivamente la elasticidad de la oferta de productos
agrícolas, con la expansión del mercado de bienes de consumo básico y de
productos primarios.
En un país eminentemente agrario y subdesarrollado ello es vital, porque
elimina el hambre y la miseria de la población campesina, por aquello días la
inmensa mayoría de la población de dichos países, permitiendo a su vez la
generación de un cierto excedente que ayuda a la formación de ahorro endógeno,
que adecuadamente canalizado hacia su acumulación deviene capital autóctono,
fundamental para la financiación del proceso, junto al ahorro público interno.
El aumento de productividad en el agro propiciará el progreso económico del
país ya que, por un lado, permitirá que los excedentes laborales agrarios acudan
masivamente a las ciudades para incorporarse a las industrias emergentes
permitiendo la transformación productiva del país, aliviando a las áreas rurales de la
presión demográfica que de otra manera hubieran tenido que soportar. Por otro, el
sector agropecuario y sus producciones están en el origen de la gran mayoría de
cadenas productivas, puesto que sus outputs sirven como imputs en los procesos
productivos de los restantes sectores.
Desde una perspectiva social, todo ello supuso una importante disminución
de la pobreza y la desigualdad, hecho que puede pasar desapercibido aunque sea
más que relevante, ya que impidió la existencia de una sociedad fracturada desde
su base entre terratenientes poseedores de la tierra, de la renta y de la riqueza,
frente al resto de la población propietaria únicamente de su pobreza,
14,3,- Otras piezas básicas del Entorno Interior favorable al desarrollo fueron:
• Inversión en Desarrollo y Mejora del Capital Humano, en este sentido el
progreso realizado ha sido realmente prodigioso, valga como muestra el dato
aportado por Maddison: en 1950 su stock de capital humano era una cuarta
parte del europeo, situándose en la actualidad próximo al nivel del viejo
continente, como pone de relieve el Informe Sobre Desarrollo Humano del
PNUD (1990-91). Resultando especialmente notable la mejora de los niveles
educativos en el área gerencial, ingenierías y tecnologías de frontera
(microelectrónica, software e ingenierías de procesos). Todo ello da fe de
hasta que punto las teorías de T.W. Schultz estaban en lo cierto y que la
consideración del capital humano como verdadero motor y nervio del actual
modelo de crecimiento económico puede ser certera.
• Expansión continuada de la productividad a partir de una utilización intensiva
de la fuerza de trabajo y de un constante y sostenido esfuerzo por asimilar
nuevas y mas modernas tecnologías y adaptar o desarrollar modernos y
eficaces métodos de organización y gestión.
• Consenso nacional en torno a la necesidad y urgencia del desarrollo
14.3.- Elementos de Entorno Exterior
Piezas esenciales de lo previamente considerado como Entorno Exterior
Favorable serán:
Génesis histórica de dichos países:
• Con la derrota del “Kuo Mi Tang” y la subsiguiente toma de la China
Continental por los comunistas, se producirá una salida masiva del capital
mercantil, capital que se dirigirá, como tal flujo inversor a países de la zona,
particularmente a Taiwán, y en menor medida a Corea del Sur, capital que
será fundamentalmente invertido en actividades industriales y comerciales
• Inversiones masivas efectuados por USA y otras naciones occidentales en el
área, con motivo de las constantes intervenciones militares, guerras de
Corea, Vietnam, Laos y Camboya, bloqueo contra la China comunista;
control de la insurgencia comunista en la zona, es decir ayuda militar en
ingentes cantidades a gobiernos antes citados y a Filipinas, Indonesia y
Malasia, lo cual significará la afluencia de grandes masas de capital a la
zona, parte del cual se destinara por los gobiernos receptores a la
capitalización del sector primario y al desarrollo del sector secundario.
• Instalación y presencia de numerosas compañías transnacionales en la zona,
especialmente en Taiwan y Corea, dado que ambos estados eran y son, una
excelente plataforma para el ensamblaje de partes y componentes y su
posterior exportación, dado su acceso preferencial a los mercados
occidentales, En dicha decisión inversora tuvieron mucho que ver bajos
salarios, la gran productividad y la enorme disciplina de la fuerza laboral
taiwanesa o coreana, así como la estabilidad política y social, o en otros
términos, el consenso por el desarrollo existente en dichos países,
B) Orientación Exterior de la Producción
• Aprovechar las oportunidades que el comercio internacional ha ofrecido
desde el fin de la segunda guerra mundial a partir de la captación de los
segmentos industriales menos aprovechados o mas ineficaces de los países
tradicionalmente industrializados, incorporándose dichas categorías de
producción a las estructuras económico productiva de los NICS previa o
simultáneamente a su eliminación de Europa o USA incapaces de competir
con semejantes precios y niveles de productividad.
• Utilización educativa del proteccionismo, tal y como señala Muñoz Cidad, las
esclusas arancelarias sirvieron en estos países para fomentar el aprendizaje
industrial y la asimilación de otras técnicas de producción, una vez
dominadas se procedería a ponerla en practica, compitiendo en el mercado
internacional, Por eso podemos considerar al proteccionismo en este caso
peculiar como una suerte de infancia industrial muy diferente del instrumento
letal para las economías de sustitución de importaciones donde fue utilizado
como mecanismo para crear mercados cautivos o lo que es lo mismo
configurador de espacios protegidos de explotación para grupos privilegiados
que lo detentaban como renta de monopolio, disfrutando por tanto en
exclusiva de la renta generada,
• Una exigencia de renovación y puesta al día de la producción y de las
calidades de la misma para adaptarse a los gustos y calidades del mercado
internacional impidiendo la esclerosis propia del aislamiento proteccionista o
de la autarquía económica,
• Un constante control de los costos de producción para mejorar de forma
constante su posicionamiento con respecto a la competencia tratando
siempre de producir mas barato y mejor con la subsiguiente consecución de
mayores cuotas de mercado,
• Con la exportación se consigue eliminar una de las mas importantes trabas
del desarrollo en las economías de baja renta, al superarse la limitación de
una reducida dimensión del mercado nacionaI o interno, La estrechez del
mercado impedía un incremento constante de la inversión y de la
productividad, al desaparecer dichos obstáculos se posibilita que las
empresas tengan una adecuada dimensión que permita una utilización
intensiva de su capacidad industrial y del empleo de economias de escala,
• La producción con destino a los mercados mundiales, impone
necesariamente un tipo de cambio realista que ayuda a la promoción de los
productos y mercancías nacionales en el extranjero, Por tanto, la política
cambiaria del país deberá ser por tanto lo mas sensata posible, evitando
cualquier tipo de aventuras financieras o especulativas con la moneda,
evitándose sobrevaluaciones de la divisa en los ámbitos financieros
internacionales, Tal servidumbre a los objetivos exportadores arrastrara la
política macroeconómica en su conjunto quedando afectadas especialmente
tanto la política monetaria como las de contención del gasto publico, con un
sesgo destinado a impedir los desequilibrios fiscales, especialmente el déficit
publico, Por tanto, las directrices macroeconómicas serán fomentar la
actividad productiva y fabril tratando de impedir cualquier tipo de conatos
especulativos que pudieran poner en peligro el esfuerzo exportador,
Estableciendo una paridad histórica la orientación exportadora impondrá una
disciplina similar a la del patrón oro del periodo anterior a la Primera Guerra
mundial,
• Existencia de fácil acceso a la financiación barata a medio y largo plazo de
las actividades productivas
• Consideración especialmente positiva de la calidad de su política
macroeconómica a diferencia de la adoptada por los países latinoamericanos
y africanos a partir de la crisis de los setenta,
• La industria y los bienes nacionales van a verse sometidos al desafío de la
competencia internacional, lo cual implica que las actividades no rentables o
no competitivas vana quedar descartadas, sobreviviendo solo los segmentos
productivos mas eficaces, que puedan hacer frente con éxito a las
condiciones del mercado, Ni que decir tiene el tremendo esfuerzo de
superación que esto significa, pero a largo plazo va resultar decisivo ya que
se impide la existencia de industrias invernadero, ineficaces y eternamente
subvencionadas, producto de un proteccionismo mal utilizado y diseñado
como condición que permite la existencia de la industria, de lo contrario esta
no podría existir,
• Al ser las empresas competitivas a escala internacional el país a su vez se
estará haciendo mas competitivo, progresivamente incardinado en la
dinámica económica planetaria, lo cual va suponer una ventaja añadida al
acceso preferente a las tecnologías de frontera, ya que dispondrá de la
información necesaria para intuir rápidamente las nuevas posibilidades de
negocio y de los nuevos nichos de exportación que el comercio internacional
puede proporcionar,
• Al emplear los recursos de la manera mas fructífera posible, situándolos
flexible y rápidamente donde mas productivo sea su uso se promueve una
asignación eficiente de los recursos y una perpetua resignación de los
mismos, cumpliéndose una característica básica de los procesos de
desarrollo económico como vimos anteriormente, El resultado será un
crecimiento acelerado de los niveles de productividad y renta, El caso de
Corea del Sur es especialmente significativo, pasando de ocupar una
posición por nivel de renta similar a la de los países africanos en 1960 a
alcanzar una renta igual o superior a los países pequeños de la Unión
europea en 1990,
C) Rol Preponderante del Estado en el Diseño de la Actividad Productiva,
Efectivamente los países del sudeste asiático se han distinguido de otros
modelos económicos, en la identificación del Estado con los objetivos empresariales,
es decir el estado se constituye en el guía de la actividad productiva, definiendo los
objetivos y metas a conseguir, estableciendo el adecuado marco productivo
(diseñando una estricta legislación laboral que impide huelgas y somete a los
sindicatos a una estricta disciplina laboral, posponiéndose sine die las
reivindicaciones de la fuerza de trabajo) constituyéndose en soporte y ultima
referencia de la actividad empresarial, realizando importantes inversiones en los
sectores estratégicos para el desenvolvimiento del modelo exportador y atrayendo
las necesarias inversiones complementarias.
El estado delegara en los grupos empresariales el ejercicio de la actividad
productiva, lo que en occidente seria la iniciativa privada, pero permaneciendo en
todo momento sosteniendo, coordinando y promoviendo la actividad privada
empresarial, por eso es característica fundamental del modelo el solapamiento o
identificación de los intereses públicos y privados en aras del interés nacional,
produciéndose la convergencia de tales posiciones y posturas, mientras que otros
modelos se han caracterizado precisamente por lo contrario, por la divergencia mas
absoluta entre ambos posicionamientos, existiendo un divorcio casi total de los
sectores privado y publico, como es el caso Sudamericano, o el de los países de
órbita socialista.
Otras plasmaciones fundamentales de ese paradigma estatal van a ser las
políticas de promoción del capital humano y de acumulación de capital físico a
través de importaciones estratégicas de bienes de equipo y capital, nuevas
tecnologías etc,. Elementos absolutamente claves sin los cuales resulta muy difícil
por no decir imposible explicar la exitosa trayectoria de la estrategia en su conjunto,
En definitiva tales países continuaran la senda japonesa de crecimiento económico,
donde el rol del estado como Padre/Patrón de la actividad productiva es innegable e
insoslayable.
ENLACES DE INTERES PARA LA CONSULTA
o BM BANCO MUNDIAL: WWW.WORLDBANK.ORG.
o CEPAL : WWW.CEPAL.ORG. (AMERICA LATINA)
o OCDE: WWW.OECD.ORG. (ORGANIZACIÓN PARA LA
COOPERACIÓN Y EL DESARROLLO)
o PNUD: WWW.PNUD.ORG. INFORMES SOBRE DESARROLLO
HUMANO
o UNCTAD: WWW.UNCTAD.ORG. (COMERCIO Y DESARROLLO)
o EUMEDNET : WWW.EUMEDNET.NET
LECTURAS RECOMENDADAS (LIBROS)
Muñoz Cidad, C. (1993): Estructura Económica Internacional, Ed, Civitas,
Madrid
Berzosa, C.; Bustelo, P.; y De La Iglesia, J. (2001): Estructura económica
mundial, Editorial Síntesis, 2ª edición actualizada y ampliada, Madrid
Galbraith, J. K. (1994): Un viaje por la economía de nuestro tiempo, Editorial
Ariel, Madrid
Landes, D. S. (1998): La riqueza y la pobreza de las naciones, Crítica,
Barcelona,
Ritz, G. (2002): El desarrollo, historia de una creencia occidental,
Universidad Complutense, Madrid
Nisbert, R. (1980): Historia de la idea del progreso, Gedisa, Barcelona
Sen, A. (1997): Teorías del Desarrollo a principios del Siglo XX.
(www.iadb.org/etica)