sábado, 14 de agosto de 2010

EL SISTEMA NACIONAL DE PROTECCIÓN Y DESARROLLO SOCIAL.

Por Arturo Ojeda S.
Director General de Políticas
De Desarrollo Social del MIMDES.


El Perú cada vez mejora más el promedio de la calidad de vida de sus habitantes. Ello lo dicen no solamente los organismos públicos del Estado (Informe PCM-CIAS 2009 / MIMDES-DGPDS 2009), sino los propios organismos internacionales (Informe PNUD 2009).Todo ello a pesar de la grave crisis económica mundial y de la aún mayormente desarticulada acción de los programas sociales del Estado, salvo honrosas excepciones.

Desde el Gobierno Central se ha reconocido esa falencia. La primera actitud fue la de reducir de 81 a 26 los Programas Sociales a nivel nacional. Otra acción fue la de crear la Estrategia Nacional “Crecer”, heredera del “Comando Conjunto Contra la Pobreza” que naciera en el MIMDES. En la misma línea de priorizar las políticas y acciones de lucha contra la pobreza y la modernización del Estado, se aprobó el D.S. 027-PCM, el cual establece las “Políticas de Obligatorio Cumplimiento” por parte de los organismos públicos. Entre algunas otras iniciativas que lo que buscan es alcanzar la tan ansiada articulación de los programas sociales.

Es cierto que desde el Ministerio de Economía se han planteado Programas Estratégicos que han entrado a la dinámica de los Presupuestos por Resultados (PPR), pero los mismos se cuentan con los dedos de la mano. La verdad es que si con una intervención dispar de los programas sociales se han alcanzado semejantes logros, éstos habrían sido mucho mayores con una intervención articulada de los mismos.

Pero ello implica renovar toda la lógica de acción e intervención del Sector Público y Privado, los cuales lamentablemente no cooperan entre sí en la magnitud en que debieran hacerlo. Más aún en el espacio de lo social.

Frente a este panorama, corresponde plantear medidas concretas para acabar con el “Nudo Gordiano”. Debe empezarse por reconocer los logros de las iniciativas que han logrado implementarse articulando programas, caso de la Estrategia “Crecer”, por ejemplo. Pero la cual sólo se vino implementado generalmente en sectores alto andinos, no habiendo podido cubrir el íntegro de los distritos identificados. Más allá de ese aspecto, Crecer es una estrategia exitosa que debe ser reivindicada y expresada no sólo como estrategia, ni siquiera como Programa, es decir debe ser elevada a la máxima expresión.

Y esa es la preocupación actual en el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social.
Dentro de los sectores del Estado, es uno de los que tiene los más amplios campos de acción, pero sin embargo uno de los menores presupuestos. Empero, ello no quita de su responsabilidad el formularse una visión y una misión. Su misión no debería circunscribirse a paliar los males del sistema social, ni su visión a ser el mejor agente de apoyo social de la Sociedad y el Estado.

El Desarrollo Social es uno de los objetivos del Estado, y debe ser comprendido en su magnitud más amplia, la liberación y promoción de las energías recónditas de una sociedad hasta alcanzar su plena autonomía y capacidad de desenvolvimiento realmente soberano en el acontecer global. La única forma de lograr el desarrollo de una sociedad es articulando los aspectos económicos con los sociales, incluyendo en éstos a los políticos y los culturales. Y si fuéramos consecuentes con el principio constitucional de que “la persona humana es el fin supremo de la Sociedad y el Estado”, pues lo Humano y lo Social deben ser la prioridad.

Sin embargo, lo social es casi siempre confundido con lo instrumental y lo material (viviendas, aulas, postas médicas, alimentos), cuando todo ello sólo se justifica porque es usado por personas. Mientras, crece la delincuencia, los asesinatos, los conflictos, la anomia. A pesar de que tanto la pobreza como la anomia son manifestaciones de una misma sociedad enferma.

El Desarrollo Social sólo se logrará actuando sobre el íntegro de la Sociedad. Hacerlo únicamente sobre uno de sus aspectos nos traerá siempre otros y otros males.

En esa medida, se hace necesario construir una nueva institucionalidad en el Estado que articule a sus organismos competentes en lo social, con autoridad vinculante y rectora. El único organismo capaz de lograrlo es un Sistema Nacional de Protección y Desarrollo Social (SINAPDES). Sistema que deberá ser creado por Ley y cuya función principal será articular en lo social los esfuerzos de los sectores del Estado, la empresa privada y la Sociedad Civil, todo ello en sentido horizontal, como así también liderar la acción en los gobiernos subnacionales, regionales y locales, en línea vertical.

El SINAPDES será la articulación verídica de lo social a través de un Sistema, sin protagonismos ni hegemonías, donde todos los peruanos encontraremos el espacio de colaboración para hacer realidad el ansia de nuestros ancestros de un Perú más justo, más libre y más culto.

(Publicado en el Diario El Peruano el 09 de diciembre de2009)